¿Qué pasa con la gasolina y diésel en Ecuador? ¿Hay escasez?

Ecuador enfrenta una crisis en la distribución de combustibles que afecta a diversas provincias. Aunque Petroecuador asegura que hay inventario suficiente, la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados de Petróleo (Camddepe) reporta graves retrasos en el abastecimiento desde octubre, situación que se ha agravado en los últimos días.

Largas filas y retrasos en las estaciones

EXPRESO constató este 6 de diciembre que en Guayaquil y otras ciudades, como Quito, Santo Domingo, Ambato y Riobamba, tanqueros esperan hasta 12 horas para cargar combustible. Algunos recorren más de 500 kilómetros desde Santo Domingo o Cuenca hasta la terminal Pascuales, en Guayaquil, en busca de suministro.

“En Quito, ayer se abasteció solo el 39% de lo habitual. Petroecuador inicialmente atribuyó los retrasos a un robo en los poliductos, pero esto ya no parece ser la causa. Son demasiados días con este problema”, afirmó Ivo Rosero, presidente de Camddepe.

Un golpe para los distribuidores

Según Rosero, esta crisis también tiene un impacto económico significativo en los distribuidores, quienes deben asumir los costos adicionales del transporte del combustible sin recuperar la inversión. "El margen neto después de todos los gastos no llega ni a dos centavos por galón. Además, los márgenes están congelados desde hace 21 años, afectando la sostenibilidad de las estaciones. Actualmente, 600 de las 1.200 estaciones de gasolina operan al borde del equilibrio", señaló.

¿Qué dice Petroecuador?

En contraste, Petroecuador insiste en que no hay desabastecimiento en la terminal Pascuales. Según la empresa, el 5 de diciembre se despacharon 3’709.330 galones de combustible, cifra que consideran dentro del promedio normal. "El despacho de combustible se da con total normalidad. Los retrasos fueron puntuales y no han impedido el abastecimiento", aseguró en un comunicado difundido en redes sociales.

Camddepe exige mejoras en la logística de distribución para evitar el caos actual. Mientras tanto, los distribuidores, afectados por las largas esperas y los elevados costos operativos, alertan que la situación podría empeorar si no se toman medidas inmediatas.

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