¿Qué pasa con los objetivos de alto valor que son capturados?
Pocos datos de quiénes son y por qué eran buscados. El verdadero desafío es: la separación total de la organización criminal
El bloque de Seguridad de Ecuador informó el pasado 22 de julio que se han identificado 18 “objetivos de alto valor” o también llamados cabecillas de las organizaciones delictivas. De ese número han podido dar con nueve de ellos, según el reporte oficial dado por la ministra del Interior, Mónica Palencia.
Indicó que “los capturados ya están con prisión preventiva” y que esa situación no es motivo para tener una “actitud triunfalista” en materia de seguridad.
Pero en dicha cita, las autoridades del ramo recordaron cada una de las intervenciones menores realizadas durante los días previos a esa exposición ante los medios de comunicación: allanamientos, decomiso de drogas, armas, explosivos y una especie de actualización de los trabajos realizados en Durán, el 17 de julio pasado, cuando el presidente Daniel Noboa llegó en tanquetas del Ejército ecuatoriano a ser parte del acto.
Sin embargo, no dieron al menos los nombres de los líderes criminales capturados y ponderaron que en sus reportes tienen otros “238 objetivos de intermedio valor”, y que de ese grupo ya hay 124 aprehendidos, pero una vez más se reservaron los detalles.
En ese orden, Diario EXPRESO solicitó al Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) que confirme el ingreso de dichos criminales al sistema nacional de prisiones, pero hasta el cierre de esta edición no hubo contestación.
Lo propio con el Consejo de la Judicatura, este periódico intentó conocer el estado procesal de los denominados objetivos de mediano y alto valor, pero tampoco hubo atención a la solicitud realizada.
No obstante, el director del Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado (OECO), Renato Rivera Rhon, sostiene que la falta de respuesta es la muestra de que hay fallas en la guerra interna que las identifica como improvisación y estar “un paso atrás de quienes cometen crímenes”. Lo correcto sería anticiparse a ellos.
“El Estado debe dar las respuestas porque en las últimas semanas se ha dicho que casi todos son cabecillas y no es concordante con la tipología de las organizaciones criminales en Ecuador, porque se caracterizan por tener un máximo líder, quien es el que toma las decisiones. Lo que refleja es que hay una lectura incompleta de los grupos que hoy se los llama terroristas”, cuestionó.
Y frente a los anuncios de las autoridades de que son puestos tras las rejas y que en algunos casos enviados a la cárcel de máxima seguridad La Roca, Rivera Rhon apunta que lo que realmente importa es que el detenido pierda total comunicación con su grupo delictivo.
“Si solo lo encierran eso no va a evitar que la banda deje de cometer delitos. En nuestro país, el poderío está en las cárceles y solo en ciertos pabellones de prisiones determinadas el Estado tiene el control. Caso contrario, no hay garantía de que estén fuera del juego, por así decirlo”.
Variables en el proceso de aprenhención de presuntos líderes
- Acciones
La cárcel La Roca, ubicada en Guayaquil, es la que tienen mayor dominio estatal en vigilancia y aislamiento, pero apenas solo tiene la capacidad para menos de 150 personas y su capacidad máxima está cercana. Ya hay 71 internos.
- Problema
El SNAI ha señalado que no puede revelar las acciones que ejecuta en las prisiones y lo que encuentra en estas. El OECO recomienda que se transparente la información de los casos por los cuales han sido capturados los denominados objetivos.
- Sugerencia
En el caso de que sean verdaderos objetivos de intermedio valor, Rivera Rhon expone que con mucha más razón deben ser aislados en prisión y no ser asignados a cualquier pabellón para evitar nuevas alianzas o inteligenciar delitos.
