El pasado electoral que revive temores
Surgen críticas a posibles cambios en votaciones. Los comicios seccionales dejaron lecciones
Los comicios seccionales del año pasado todavía dejan resquemores. El presidente del Tribunal Contencioso Electoral (TCE), Arturo Cabrera, no concuerda con la propuesta de las organizaciones políticas para que los plazos de las elecciones generales de 2021, incluida la primera vuelta, sufran un ajuste acorde al retraso generado por el confinamiento de tres meses.
En una reunión virtual conjunta con el Consejo Nacional Electoral (CNE) y los representantes de partidos y movimientos nacionales, Cabrera esgrimió los motivos para su oposición. Considera que al reducir los tiempos, corren grave riesgo al menos cinco procesos en los que tiene intervención directa el TCE (ver gráfico).
Sus temores están sustentados, en parte, por los antecedentes recientes de la elección de autoridades seccionales, en la que se produjeron dos hechos que pusieron en entredicho la labor de toda la Función Electoral.
El juez electoral Ángel Torres recordó en este encuentro que aun cuando ya había empezado la campaña electoral seguían recibiendo y resolviendo impugnaciones de las organizaciones políticas en contra de algunos candidatos que tuvieron varios días de retraso para empezar con el proselitismo.
“Luego del 14 de mayo de 2019, fecha en la que las autoridades electas debían posesionarse, ingresaron al Tribunal 37 recursos”, dijo Torres. Esto provocó que varios prefectos y alcaldes electos no puedan asumir sus cargos en los plazos previstos por la Constitución.
Si esto sucedió con una elección que se desarrolló en los tiempos normales, los integrantes del TCE temen que la situación se vuelva caótica si se “aprieta” demasiado el calendario que fue aprobado en marzo por el CNE, días antes de la declaratoria de emergencia nacional por el coronavirus.
Cabrera también advirtió que muchas fechas del calendario electoral, tal como fueron aprobadas en marzo, ya chocaban con la labor que deben hacer los jueces electorales como, por ejemplo, resolver los reclamos derivados de los procesos de democracia interna para escoger a los candidatos y la inscripción de los mismos.
Los partidos no deben acudir con cuestiones nimias al TCE solo para quedar bien o perder tiempo
Incluso, si no se procesan a tiempo las objeciones, impugnaciones y hasta posibles pedidos de reconteo de votos que se produzcan en la primera vuelta electoral, correría riesgo el balotaje en la elección de presidente y vicepresidente.
Las explicaciones no convencieron del todo a la mayoría de delegados de las organizaciones políticas que consideran que la realidad que va dejando la pandemia ha superado muchas decisiones tomadas previamente. Solo el correísmo mantiene su posición de que la fecha de los comicios sea inamovible, el 7 de febrero próximo.
