En la península, los Reyes llegan a caballo
Una tradición que algunas comunas mantienen en la provincia de Santa Elena
Cornelio Lainez lleva dos décadas como protagonista en el acto de la ‘bajada de los Reyes Magos’, que cada 6 de enero se cumple en la comuna Libertador Bolívar, en el ala norte de la provincia de Santa Elena.
Promueven la identidad guancavilca
Leer másEs uno de los 15 participantes del cuadro vivo que emulan lo ocurrido en Belén por el nacimiento de Jesús. Cornelio representa al ‘Rey Herodes’, quien ordenó la matanza de todos los niños ante el temor de que el hijo de Dios le quitara su reino.
“Primero yo hacía de Baltasar, pero después me dijeron que represente a Herodes. Me adapté a ese personaje y ahora cada año toca personificarlo”, comenta Lainez. Y le va bien. Incluso lo contratan localidades aledañas para que actúe del mismo personaje.
La jornada denominada ‘Bajada de los Reyes Magos’ es una costumbre de hace siglos en los recintos peninsulares. El programa tiene una duración de dos horas. Baltasar, Gaspar y Melchor llegan a caballo desde lo alto de un cerro y son guiados por un ángel que lleva una enorme estrella.
También se personifica a María y José, que se movilizan en un asno, rodeado de pastores, quienes corean los tradicionales villancicos. El acto concita el interés de todo el pueblo. Es una gran fiesta en la que se aplaude y se aviva en las escenas que más gustan.
Según Félix Lavayen, actual director de la Casa de la Cultura de Santa Elena, hasta la década de los años 1970, la ‘Bajada de los Reyes Magos’ se la efectuaba en la mayoría de los poblados de la península, pero después la tradición empezó a perderse, pero aún hay comunas que la tienen como evento principal cada 6 de enero.
Gustavo Suárez, de San Antonio, coincide con Lavayen. Él hace de Rey de los Moros, quien lleva el mensaje a Herodes en el acto que se organiza en Libertador Bolívar, antes lo realizaba también en las programaciones que se organizaban en San Antonio y Cadeate, pero “se quedó sin trabajo” cuando dejaron de celebrarlo.
Lavayen explica que la celebración en la Península tiene un toque diferente a la narrativa bíblica. Dentro de las representaciones aparece el denominado Rey de los Moros que al igual que Herodes debe ir a adorar a Jesús.
“En el caso de los Reyes Magos que se movilizan a caballo es porque acá no tenemos camellos”, indica Lavayen.