Lo peor: el cancer politico

Cuando en 1931 investigadores y médicos descubrieron esta enfermedad mortal que a todos afecta: pobres, ricos, megalómanos, dictadores, demócratas, déspotas, políticos sensatos e insensatos, jamás se pensó que también en el campo de la política aparecería. Pero sucedió y afecta no solo la acción y ética política sino incluso procesos, discursos y líderes.

Para el cáncer biogenético, los científicos no dan aún esperanzas de encontrar formas y terapia de alivio y defensa de las células. Pero sin descanso y sin actitudes de miserables roñosos y cicateros se exhorta a que Estados y sociedades atiendan a quienes lo padecen. Por eso no escatiman esfuerzos para financiar la atención, fármacos, investigaciones y medicinas más eficaces.

Actualmente, cuando en el país sufrimos actitudes y prácticas politiqueras, de abierto y patológico estatismo dogmático contra Solca y su accionar, es dable preguntarse si es más peligroso el cáncer de pulmón, intestino, útero, etc., que la metástasis política de algunos líderes. Esto es preocupante. El cáncer biogenético ataca a quien lo padece y su familia. El cáncer político afecta al cuerpo social, daña la psicología social, la acción discursiva y evidencia que quien lo tiene no sufre sus efectos sino los gobernados, la ciudadanía y la sociedad. Para los de cáncer orgánico y su lucha contra él, la sociedad creó Solca en 1951. Para los de cáncer político no hay fármacos ni quimioterapia. Para ellos existe el veredicto social y escrutinio cívico y político. Ante la remetida y ofensiva improcedente es de esperar que el país los rechace y se afirme en defensa de Solca. Especialmente ante la demagogia de líderes enfermos de megalomanía, que no pueden encontrar consulta, atención médica y tratamiento radiológico que impida que su alma sucia siga ofendiendo, agrediendo y dañando a la sociedad. Esperemos que el Chapulín Colorado se haga cargo de ellos. En el caso de Solca se requiere que Dios permita que el espíritu del doctor Tanca Marengo les diga: “Cállense vanidosos porque ustedes o un familiar lo podrían sufrir y rendirán cuentas”.

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