Perros defendieron a una mujer de un ladron
Precioso y hermoso, los héroes del barrio.
La fama les llegó sin querer cuando su valentía fue registrada por las cámaras Ojos de águila, una tarde en que salieron en precipitada carrera para defender a una vecina de un delincuente armado que intentó despojarla de su cartera.
El delito fue evitado por padre e hijo al enfrentarse ferozmente, con uñas y dientes, al pillo quien amenazó con dispararles.
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Desde entonces, Precioso y Hermoso, dos perros mestizos, se han convertido en los héroes mimados de las calles Argentina y la 14, en el suburbio de Guayaquil.
El pasado fin de semana, las cámaras minicipales captaron a un hombre corriendo hacia una mujer con intenciones de asaltarla. La dueña de una las casas reaccionó rápidamente y tomó un par de piedras que le lanzó al pillo para que se alejara. Los dos canes que iban detrás de ella se abalanzaron como fieras hacia el hampón armado para morderlo, obligándolo a que huyera del sitio y se embarcara en una moto que lo esperaba metros más adelante.
El más orgulloso del valeroso acto de sus mascotas es Wilson Bernal, un comerciante de 62 años, quien relató que a Precioso, el can de pelaje café con blanco y enormes ojos azules, se lo trajo su suegra desde la parroquia Laurel hace 15 años.
“Llegó chiquito, luego tuvo hijos con la perra de aquí al lado y nos quedamos con uno de ellos”, recuerda el hombre mientras descansaba cómodamente en un sofá que tiene en el cerramiento de su casa.
Al cachorro, de ese entonces, que actualmente pasa de los 10 años, le dieron el nombre de Hermoso. Aunque su pelaje es blanco y ensortijado, siempre anda sucio porque el baño le dura muy poco.
Ambos perros pasan casi siempre juntos y están pendientes de los movimientos de su amo. Además conocen a todos los vecinos del barrio, por eso cada vez que ven a algún extraño llegar los ahuyentan a ladridos y gruñidos. Pobre de aquel que intente siquiera golpearlos, se encontrarán frente a dos bestias salvajes.
“Aquí son muy tranquilos. Son los guardianes del barrio, no permiten que nadie se acerque a la puerta de la casa. Cuando han querido robarse los focos, sacan soplados a los pillos. A los chamberos y a los indeseables les tienen tirria, es como si olieran a las malas personas. Siempre han sido así. La Policía pasa por aquí de vez en cuando, hasta a los patrulleros quieren morderles las llantas”, comentó Wilson, quien dijo haber tenido miedo de que el ladrón le disparara mortalmente a uno de sus canes.
De los dos, el más sociable es Precioso, mientras que Hermoso es de pocas pulgas. Cuando invaden su lugar prefiere irse de la casa y regresar horas más tarde. Ambos están vacunados y gozan de buena salud. Se alimentan con comida de casa y a veces con balanceado.
Wilson espera que lo que hicieron sus perros sirva de lección y motivación para que los canes reciban un trato más justo. “Este es un ejemplo para que se valore más a los perros y sus dueños aprendan a cuidarlos y a no maltratarlos”, aseguró el comerciante quien espera que la acción de sus canes sea premiada por considerarlos valerosos.