Pesar por la muerte de Monsenor Luna
Sus restos serán llevados a Cuenca, para que reposen en la Cripta de la Catedral de la Inmaculada Concepción.
Cuenca y el país llora la muerte de Luis Alberto Luna Tobar, arzobispo emérito de Cuenca. Su deceso fue confirmado la mañana del martes 7 de febrero cerca de las 06h00, tras cinco días de agonía como producto de una insuficiencia cardíaca. Luna Tobar, de 93 años, nativo de Quito y cuyo corazón dejó con los cuencanos tras 20 años de haber dirigido a la iglesia desde el arzobispado, se convirtió en un hijo más de Cuenca.
Icono de Derechos Humanos, Monseñor Luis Alberto Luna Tobar fue presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Azuay por 10 años, desde 1986 hasta 1996, también presidente por un año del Frente Ecuatoriano de Derechos Humanos, fue elegido en el año 1992.
Fernando Vega, exsacerdote y colaborado directo de Luna Tobar, lo recuerda como un gran amigo, un gran líder espiritual, un guía de guía, “Cuenca la va a extrañar de por vida” expresó Fernando Vega.
Recuerda que una vez que asumió la función de Arzobispo de Cuenca en 1981, los religiosos de la ciudad le organizaron un calendario de visitas a las parroquias y cantones para que conozca la provincia.
Vega asegura que monseñor Luna mantenía su postura de que el pueblo del Azuay lo convirtió, pues en su natal Quito siempre estuvo vinculado con las clases media y alta.
El trabajo que más destaca de sus primeros años de arzobispado fue la unión de los sacerdotes que hasta entonces estaban divididos por temas ideológicos. Desde entonces de forma conjunta se construyó un proyecto de iglesia.
Destacó también la construcción de la Pastoral Social y la creación de los Consejos de Pastoral, la formación a catequistas. Así como la Pastoral de Migración, cuyas propuestas sobre los derechos de los migrantes llegaron a plasmarse en la Constitución de la República.
Afirma que fue un referente político a nivel nacional a favor de justos y pecadores en relación al papel que cumplió en la negociación del Gobierno de Rodrigo Borja y el Grupo Alfaro Vive Carajo (AVC).
“Recuerdo que en el gobierno de (Jamil) Mahuad se instauró el bono de la pobreza, salimos a protestar porque eso era una política de mendicidad y creíamos que era necesario desarrollar en plenitud la vida de los pobres”, rememora Vega, quien asevera que las últimas reflexiones de monseñor Luna fueron de decepción y cuestionamiento al presidente Rafael Correa.
Sus restos serán traídos a Cuenca, para que reposen en la Cripta de la Catedral de la Inmaculada Concepción, donde durante sus 20 años de arzobispado ofició las misas de las 09h00, todos los días. Fortaleció el amor a la Virgen María, la Fe en Ella, son entre otros los recuerdos que afloraron está mañana entre los morlacos.