Son barcos de hasta 22 o 23 de eslora (largo) y 6 o 7 de manga (ancho) que pescan dorado, picudo, a veces albacora; todo para la exportación. Es que allí se hace de todo: cámaras de frío, se instalan los motores, hélices, acabados, artes de pesca.

Pesca y turismo para el resurgir de Manta

La capital mundial del atún parece haber olvidado las secuelas del terremoto. Manta, donde hace décadas se capturaba el pez eléctrico, se renueva y reinventa.

Las heridas provocadas por el terremoto y por los bajos precios mundiales del atún de 2015 y parte de 2016 no sanan del todo. Pero la ‘Mantarraya’ gigante aún descarga electricidad.

Como aquella época de 1900 cuando los extranjeros, de Alemania, de Italia o de España, llegaban a crear ‘épocas doradas’ y se fotografiaban con ese gran pez que, según muchos manabitas, le dio el nombre a su ciudad: Manta, la capital mundial del atún, ahora son los manabitas los que están impulsando su recuperación luego de la tragedia.

Servicios como el turismo, la reparación de barcos atuneros y el astillero artesanal para la pesca blanca son las identidades bajo las cuales se busca fortalecer la economía de Manta, la segunda ciudad de la costa de Ecuador por el tamaño de sus negocios y por su nivel industrial y de servicios que giran alrededor del atún.

La Cámara de Comercio de Manta está dando un impulso al comercio tras el terremoto, mientras se busca cada vez más que los turistas lleguen a ver cómo se construyen o reconstruyen barcos de madera. Buscan que más embarcaciones atuneras lleguen al dique flotante y que los foráneos y propios puedan disfrutar de una casa de 1920 restaurada en la modernidad, sin perder su identidad.

Las nuevas esperanzas ya no están sembradas en las perlas del fondo marino, ni en la tagua, ni el café, ni la balsa, ni la higuerilla. Están en el comercio, el turismo, la pesca de atún, que busca recuperarse después de la caída del precio, lo cual dejó en problemas económicos a muchas empresas que aún no lograr recuperarse.

La Casa Rosada es un proyecto de la presidenta de la Cámara de Comercio de Manta, Lucía Fernández, quien es también empresaria de la industria pesquera. El dique flotante es una inversión del grupo Paladines, con apoyo de la Corporación Financiera. Raúl Paladines, presidente de la entidad, destacó a la revista Ecuador Pesquero que da trabajo a personas afectadas por el terremoto.

“Esta debe ser una ciudad de servicios. A eso apuntamos. El turismo es la mejor opción”, dice Fernández a EXPRESO.

Con treinta años de experiencia, Victoriano Ávila sabe lo que es armar un barco de la nada o reparar aquel que llega en las últimas condiciones al astillero de la playa de Tarqui. Él considera que promocionar el turismo es clave.