PhD y Catedra Lucasiana
Las nuevas reformas a la Ley de Educación Superior, mantienen intocado el modelo de control político de las Universidades y Escuelas Politécnicas, y amplían las atribuciones de la Senescyt como organismo rector de políticas públicas en educación superior, sepultando criterios que históricamente motivaron la creación del Consejo Nacional de Universidades y Escuelas Politécnicas (1982) y el Consejo de Evaluación y Acreditación (1998), que consolidaron la autonomía y misión de estas instituciones en un régimen democrático.
Igualmente, se conserva el requisito del grado académico de PhD para ser profesor principal de una universidad o politécnica, aunque se difiere el plazo para obtenerlo, subvalorando otros posgrados como maestrías y especializaciones, que para efectos del ejercicio de la cátedra en varias áreas del conocimiento, son de mayor utilidad que un doctorado PhD. En esencia es pretender anteponer un título al conocimiento que realmente se posea, olvidando, por una parte, que la sotana no hace al monje, y por otra, que se han multiplicado ofertas de este tipo de posgrado facilitando su obtención, si se considera que también es necesario para ser rector o vicerrector, con el consiguiente costo y licencia para el profesor que busca obtener el diploma de estudios exigido.
Un título por sí solo no es una credencial de conocimientos. Existe en la Universidad de Cambridge en Inglaterra, desde 1663, la Cátedra Lucasiana, creada en homenaje al insigne profesor de esa universidad, Henry Lucas, por el gran aporte que prestó a la institución, cátedra que la han ejercido grandes investigadores como Isaac Newton y Stephen Hawking.
Acabo de leer el último libro del Ing. Ricardo Cassis, docente de la Espol, que con la misma obsesión e imaginación de los profesores lucasianos, incursiona en el mundo del subátomo para intentar encontrar el origen del universo. Por qué no crear en el país una cátedra que premie no a quienes obtengan un título, sino a los que contribuyan a fortalecer a las universidades y politécnicas, y a una investigación científica y tecnológica que sea útil a la sociedad.