El dorsal de Pirlo. Si bien el italiano no se enfundó ayer la camiseta de Barcelona, sí mostró que usará el número 94 en su espalda, en alusión al aniversario que celebrará el conjunto canario este año.

Solo unas pinceladas de Pirlo con el Idolo

La leyenda italiana no se puso la camiseta de Barcelona, recién lo hará hoy en la Noche Amarilla.

Frío, pero cumplidor. Así se puede describir al exfutbolista italiano Andrea Pirlo en su primer contacto público con Barcelona. No es de alarmarse, un estilo similar mostraba en la cancha durante su época de jugador. Parecía que no estaba y con un pase largo o un tiro libre definía un partido, por eso su apodo de Arquitecto, pues construía un resultado a veces de la nada.

Amante de la puntualidad, el campeón del mundo en Alemania 2006 pidió que su acto de presentación ante la prensa iniciase a las 11:00, algo que no pudo cumplirse por 12 minutos. Pese al retraso, ahí estaba casi sin reflejar emociones y mirando al horizonte, custodiado por su seguridad, vestido con una camisa celeste y un pantalón corto, mezclando formalidad con un estilo casual, muy parecido a su fútbol.

El exjugador de clubes como la Juventus, Inter de Milán y AC Milan, equipo con el que conquistó la Champions en la temporada 2006-2007, antes de decir unas escuetas palabras miró un corto show en el que el mago Raúl Adatti sacó de un sombrero la camiseta que Barcelona vestirá esta temporada, la cual no tiene mayores cambios en relación a la anterior, en la que el tradicional color amarillo se impone.

Tras aquella presentación de la indumentaria, Pirlo recibió su casaquilla, con el número 94 en su espalda, que vestirá hoy en el Coloso del Salado, en alusión al número de aniversario que cumplirá el Ídolo el 1 de mayo de este año. Luego de la bienvenida del titular canario José Francisco Cevallos a la leyenda europea, el reconocido mediocampista agradeció en italiano a “la gran escuadra que es Barcelona”, no sin antes recordar que a principios del 2017 estuvo por primera vez en Guayaquil con el New York City, para medir a “otra escuadra”, en referencia a Emelec, acérrimo adversario de los toreros. Tras decir esto, Pirlo esbozó una de las pocas sonrisas que mostró durante su presentación. Al parecer, ya le habían comentado de aquella rivalidad.

La prensa quería la foto del mediocampista con la camiseta del Ídolo, pero Cevallos no se lo pidió y el italiano ni se inmutó o no entendió los pedidos de los presentes. Apenas la mostró del lado de su nombre y número. Luego se fue como llegó, custodiado y a paso veloz. Parco, así es Pirlo, a quien hoy los hinchas lo verán ya con la camiseta puesta, a la espera de que hable con su fútbol en el campo de juego.