Pobreza mal habida
Hay memes geniales como el que cito, que atizan la imaginación. Empecemos por definir la pobreza mal habida como la antítesis de la riqueza mal habida. Quien roba adquiere riqueza mal habida, y a quien se le roba es víctima de pobreza mal habida.
Los asaltos más abusivos y generalizados contra los ciudadanos, lamentablemente, se cuecen en el propio Estado y nos terminan empobreciendo. Pruebas al canto, el Servicio de Contratación Pública (Sercop) procesó $39.000 millones en compras de bienes y servicios estatales en los últimos cinco años. De estos, $18.000 millones fueron contratados bajo el régimen “especial”, esto es a dedo, a proveedores favorecidos y en muchos casos reglamentariamente erigidos en monopolios luego de las consabidas coimas y comisiones. Hay, además, 400.000 trámites vigentes de adquisiciones que no pasan por el portal de Sercop y que por su volumen escapan el control de la CGE. Las denuncias de la Comisión Anticorrupción ponen la cifra de $34.000 millones en coimas, sobreprecios y otras formas de robo detectadas en los procesos de consumo, inversión y regulación por parte del gobierno de la revolución ciudadana. Tenemos un Estado cuya arquitectura y nichos de corrupción fueron diseñados por los tecnócratas planificadores (kikuyos en tiempo pretérito) de la Senplades; hoy, muy sueltos de lengua, anuncian que el Estado, tal como existe, ¡es insostenible!
Los subsidios han sido pagados con dinero ajeno. Las cifras de las cuentas nacionales son permanentemente falseadas. El endeudamiento compromete a toda una generación de ecuatorianos condenados a pagar casi veinte veces más de lo que “adeudaban” al inicio de la malhadada revolución. Los bonos del país son basura y sus notas hoy se cotizan al 35 % de su valor facial en el endeudamiento propuesto con Goldman Sachs. Las metas de crecimiento ya van por la mitad de lo que se anunciaba a inicios de año y siguen bajando. El cuarto de millón de empleos prometidos en la campaña resultó en la pérdida de 160.000 plazas de trabajo. Más aún, añadiendo insulto a la injuria, hasta la fecha no se ha recuperado un solo centavo de los robos que caracterizaron el paso por el poder del SSXXI.
La pobreza mal habida de los ecuatorianos contrasta con la riqueza mal habida de los revolucionarios. Hay una brecha de recursos de $10.000 millones que son dinero robado. Se prepara, se sabe, un macropaquetazo cuyo objetivo es recuperar para el Estado el flujo de caja de la totalidad de los combustibles, incrementando también el IVA al 15 %. De ser así, la aritmética del empobrecimiento mal habido adicional será de alrededor de $3.000 millones para los contribuyentes y consumidores y los recursos serán destinados a pagar las deudas de Correa y Moreno. Los dineros potencialmente disponibles para consumo, ahorro e inversión interna terminarán pues en las manos de los acreedores para así poder iniciar otra rueda de endeudamiento.
Mientras subsistan las riquezas mal habidas habrá pobres mal habidos. No se curan los problemas económicos con visiones o con la retórica de quienes viven en universos paralelos luego de fumarse un buen pito; tampoco de los que abogan ir paso a pasito, suave suavecito, empobreciendo a los ecuatorianos.