Las barreras que impiden ejercer un voto informado

El 9 de febrero de 2025, 13’736.314 electores están habilitados en el registro electoral para sufragar en las elecciones generales 2025, de acuerdo con lo aprobado por el Pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE). Sin embargo, ¿la ciudadanía ejerce un voto informado?

De acuerdo con un reporte de opinión realizado a una muestra de 1.000 personas, de entre Quito y Guayaquil, por la firma multinacional de investigación de mercados, Ipsos Group S.A., el 52,9 % de los encuestados cree que ha ejercido un voto 100 % informado, en las últimas elecciones. Esto, a pesar de que un 85, 4 % señala que suele leer los planes de gobiernos de los candidatos a la Presidencia antes de votar. Ante esto, los consultados señalan varias razones que les ha impedido hacerlo.

Para la ciudadanía, las noticias falsas son el principal motivo, con un 55,8 %; seguido de que la desconfianza en la credibilidad de los candidatos (51, 4 %). Además, indican que el que los candidatos no les presenten claramente sus planes (48,8 %) y la desinformación (42,3 %) también influyen en no ejercer un voto totalmente informado.

Y es que la ciudadanía tiene barreras para poder ejercer un voto informado porque no tiene acceso a la información que necesita para decidir a quién confiar su voto, enfatiza Florencio Delgado, antropólogo, docente e investigador de la Universidad San Francisco de Quito. Por lo que al final, terminan votando por el que le cae bien, una percepción, agrega.

A pesar de esto, el sociólogo y analista político Agustín Burbano de Lara, observa que una parte de la ciudadanía reconoce que está yendo a las urnas sin toda la información que le gustaría tener antes de votar. Esto, a su juicio, es importante porque hay una demanda de ello por parte de los electores.

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Justamente, esa conciencia ciudadana muestra que ese problema no es netamente de él, sino que es un problema social y que no lo puede resolver de manera individual, expone Burbano de Lara. Eso, porque la responsabilidad es compartida, subraya Régis Dandoy, docente y director del Centro de Estudios Europeos de la Universidad San Francisco de Quito. En esta mecánica están vinculados, corresponsablemente, el CNE, las organizaciones políticas, los medios de comunicación y la gente, explica el catedrático.

¿Quiénes tienen injerencia en que exista el voto no informado?

Para el antropólogo Delgado, estas instituciones juegan un papel importante en la construcción de un votante informado, debido a los cambios de las fuentes por la que las personas de entre 18 y 30 años buscan y obtienen información. Ellos están consumiendo información generada por diversos usuarios en plataformas sociales, como TikTok, Instagram, pero son canales que gozan de verificación; influyendo en la desinformación que se queja el elector.

A pesar de que estas redes sociales están siendo usadas por los políticos, Delgado opina que estos canales no les permiten que puedan profundizar en los contenidos, ya que el formato de “pastillas” informativas no permiten difundir productos extensos. Esto impide que la ciudadanía conozca los planes, sino solamente un bosquejo.

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Por otro lado, como tiene a disposición una basta información en las redes, expresa Dandoy, no se puede encontrar contenido, de manera ordenada y certera, en un solo lugar. Este problema se suma a los mensajes que no corresponden certeramente al candidato. Por lo que esto debería ser una tarea de la institución electoral, como de cada movimiento o partido político, proveer en sus portales webs un apartado con todo lo que necesite saber el elector. Como, sugiere Delgado, los planes de trabajo y disertaciones.

El sociólogo exhibe que muchas veces, los políticos hacen promesas que no constan en sus planes de gobierno en medios, en las redes o en campaña. Es por esto por lo que cree que estos contenidos sean emitidos en cualquier plataforma sean vinculados a una promesa que deba cumplirse por parte del candidato, ya que muchas veces eso estimula al elector a dar su voto.

Ante la desconfianza que el elector siente hacia el político, Dandoy expone que la deconstrucción de esa impresión es un trabajo a largo plazo. Para ello, deben ser y actuar con transparencia, así como proporcionar información sobre sus acciones, ya que son actores políticos.

De lo contrario seguirán proporcionando desencanto en la ciudadanía, asegura Burbano de Lara. Además, de que abona a que la gente siga votando con la desconfianza de que nadie va a cambiar la realidad del país, y seguirá votando por el que no le caiga mal, sentencia Delgado.

Abolir el voto desinformado

Lo primero, la gente debe reclamar y exigir a los candidatos el acceso a la información, señala Florencio Delgado, antropólogo, docente e investigador de la Universidad San Francisco de Quito. Pero a su vez, los electores deben votar por el político que dé información.

Lo segundo es contrastar de dónde viene la información que consume e identificar si la fuente es reconocida y respetada, es decir, si viene de un medio de comunicación tradicional y de un periodista, indica Régis Dandoy, docente y director del Centro de Estudios Europeos de la Universidad San Francisco de Quito.

Por último, sentencia el sociólogo Agustín Burbano, hacer uso de la herramienta de la revocatoria del mandato para el candidato que no cumple con su palabra.

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