El colapso del fondo de salud del IESS llega en noviembre
Los recursos se agotan. El presupuesto se ayuda con fondos de desinversión del Banco de la Seguridad Social y la entidad espera un salvavidas estatal
Los recursos del fondo de seguro de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) tienen los días contados. Para ser exactos, hasta el 31 de octubre de 2021.
Diario EXPRESO tuvo acceso a los balances de la entidad y en ellos se evidencia que desde enero, el IESS presenta un serio déficit financiero y por ello, en febrero, tomó recursos entregados al Banco de la Seguridad Social (Biess) destinados para la inversión y así cubrir sus deudas; tal como develó este periódico en abril pasado y la situación no fue corregida.
En total, para el seguro de salud, individual y familiar el IESS solicitó la desinversión de $ 435 millones; la última devolución se cumple en octubre, dejando a noviembre y diciembre sin recursos para cubrir sus responsabilidades: son $ 54’538.763 y $ 246’572.999, respectivamente.
- Los pagos recibidos son rubros atrasados
De acuerdo a la directora general del IESS, Olga Núñez, el Estado ha desembolsado recursos en 2021. Pero estas asignaciones corresponden a los atrasos de 2020. “En 2021 no se ha consignado transferencia, nosotros hacemos gestión de cobro todos los meses al Ministerio de Finanzas”. Ellos esperan respuesta.
César Rodríguez, vocal del Consejo Directivo del IESS, señaló que a medida que se cumplen los días se incrementa el caos que desembocará en el quiebre total del área de la salud y que la atención a los pacientes empeorará aún más de lo que se vive hoy.
“Ya no tenemos dinero, cada vez le debemos a más gente porque no les pagamos completo, necesitamos un ingreso adicional al que recibimos todos los meses para salud, por lo menos 60 millones para poder cubrir el mínimo de atención”.
Con este dinero, se debe cubrir las licencias por maternidad, paternidad, subsidios por enfermedades, por intervenciones hospitalarias o procedimiento quirúrgicos, entrega de medicinas, tratamiento de enfermedades, rehabilitación y recuperación de la salud.
En otras palabras, los beneficios adquiridos por ser un afiliado a la seguridad social y que en la actualidad presentan una serie de complicaciones, pues no hay medicinas e insumos para al menos las atenciones básicas de los pacientes que acuden a las casas hospitalarias. Esto sin contar que carece de citas para determinadas especialidades y que persiste el retraso en el agendamiento de las mismas.
Los aportes de los 2,8 millones de afiliados sostienen mensualmente una parte del fondo de salud del IESS. Cada mes, casi una décima parte del salario de un empleado es descontada por el patrono y depositada en el IESS. Adicionalmente el empleador tiene que pagar a la seguridad social un 10 % del mismo sueldo por cada trabajador. Para salud se destina el 5,94 % del sueldo del trabajador. Sin embargo, la otra parte le corresponde al Estado como una “la contribución obligatoria”, según el artículo 4 de la Ley de Seguridad Social. Es ahí donde el IESS exclama que la deuda estatal solo en salud es de $ 4,350’476.383,54.
No obstante, la contabilidad total que registra el IESS como deuda estatal a julio de 2021, en el que se incluye el 40 % de las pensiones jubilares, devolución del IVA y otros valores, llega a los $ 7.632’901.616,69.
Esperamos que las brechas sean solucionadas en el tiempo que nos queda.
Sin embargo, con el pago de ese rubro solo sirve para ponerse al día en 2021 y comenzar todo desde 0 de nuevo.
El presidente Guillermo Lasso, en entrevista con este medio, dijo que el silencio sobre el pago de los recursos pendientes al IESS por parte de Finanzas “no es cuestión de mala o buena voluntad. No hay los recursos. Nos han dejado un Estado descuajaringado”.
