La Conaie se adelanta 140 días
Leonidas Iza, se niega a asumir las lecciones de su derrota en las urnas. Ahora pretende dar órdenes al presidente electo. Un análisis.
Se suele esperar 100 días: tiempo prudencial, en democracia, para saber qué rumbo está tomando un nuevo presidente antes de empezar a criticarlo en serio. La Conaie de Leonidas Iza no solo omitió ese plazo razonable: ni siquiera consideró la posibilidad de esperar a que el presidente electo estuviera posesionado. 40 días antes, lanzó su primera advertencia: “Estaremos atentos a las decisiones que tome el nuevo gobierno, frente a cualquier paquetazo neoliberal o medidas económicas antipopulares”. Y el pliego de peticiones de rigor, con el cual advierten a Daniel Noboa que, sea cual sea su plan de gobierno, tiene renunciar a él y ajustarse a las demandas del movimiento indígena si quiere garantizarse, en el futuro inmediato, un espacio de paz social y gobernabilidad en las calles. Porque tras el comunicado de la Conaie del 19 de octubre, en el cual se vuelve a enumerar las 15 demandas del movimiento indígena, de obligatorio cumplimiento para cualquier gobierno, se esconde la amenaza implícita del levantamiento popular.
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Leer másLeonidas Iza es incapaz de asumir las lecciones de una elección en la que voluntariamente se negó a participar, cuando tenía todo para hacerlo: Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo... Las provincias de la Sierra centro que cuentan con un gran porcentaje de población indígena, aquellas que han sido el epicentro de los levantamientos de 2019 y 2021 y donde supuestamente el presidente de la Conaie tiene sus bases sociales, esas provincias votaron abrumadoramente por Daniel Noboa, es decir, aprobaron su plan de gobierno. Un resultado lo suficientemente elocuente como para que Leonidas Iza reevalúe su liderazgo y examine su discurso. Pero el presidente de la Conaie es inaccesible a la autocrítica.
¿Con qué autoridad pretende ahora imponer al presidente electo un plan de gobierno diferente al que recibió el respaldo mayoritario en las urnas? ¿En nombre de quién habla? No, ciertamente, de aquellos indígenas que votaron por Noboa, que son la gran mayoría en su zona de influencia. ¿Es democrático que Iza, quien tuvo la oportunidad de participar en las elecciones como candidato y no lo hizo (quizá porque anticipaba su aplastante derrota) trate ahora de imponer al nuevo presidente su propio plan de gobierno, no sometido al escrutinio popular? ¿Tiene alguna legitimidad democrática esta conducta?
Las demandas de la Conaie, aunque siempre actualizadas y renovadas, son de sobra conocidas: no a las reformas laborales que abran el camino a nuevas formas de contratación; condonación de deudas con los bancos privados; control de precios de los productos de primera necesidad; moratoria de las concesiones mineras; suspensión de todos los tratados de libre comercio, aprobados o por aprobar... Leonidas Iza piensa que esta agenda, profundamente ideológica, es obligatoria para cualquier gobierno por el simple hecho de que él tiene la capacidad de calentar las calles y hasta paralizar el país, como ya lo ha hecho en dos ocasiones. Es decir, por el argumento de la fuerza. El presidente de la Conaie concibe el sistema democrático de alternancia en el poder como una institución subordinada a su liderazgo social, que es el verdadero depositario de la representación popular. Porque él lo dice; porque la democracia es burguesa y su liderazgo es popular. Y punto.
Todas estas exigencias, dice el comunicado de la Conaie, las plantea el movimiento indígena “en total respeto a la voluntad popular expresada en las urnas”. Resulta difícil entender en qué consiste ese respeto. La “voluntad popular expresada en las urnas” quiere que Daniel Noboa, ganador de las elecciones, ejecute su plan de gobierno sin imposiciones ni amenazas. La oposición democrática consiste en vigilar y juzgar esa ejecución, no en amenazar de antemano con la exigencia de aplicar un plan de gobierno diferente. Una vez más, Leonidas Iza demuestra una total incomprensión de las reglas del juego democrático.
Sin respaldo de su aliado
Hasta los correístas, aliados naturales de la Conaie en su oposición a las reglas de juego de la democracia, encontraron excesivo el pronunciamiento anticipado del movimiento indígena. “Esto no ayuda en nada”, tuiteó la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, a propósito del pliego de peticiones de Leonidas Iza: “Dejen gobernar al nuevo presidente. El Ecuador se desangra”.
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