Jorge Glas y Rafael Correa.
Jorge Glas y Rafael Correa no podrán ingresar a Estados Unidos, por su participación en actos de corrupción, según el Departamento de Estado de ese país.Expreso

EE. UU. envía un mensaje en contra de la tesis del ‘lawfare’

Correa y Glas no son idóneos para acceder a ese territorio por sus actos de corrupción

En un capítulo más de las disputas entre el correísmo y el anticorreísmo podría terminar la decisión de Estados Unidos. Eso opinan analistas sobre el anuncio del Departamento de Estado de que Rafael Correa y Jorge Glas no son elegibles para ingresar a su territorio, por su participación en actos de corrupción. Pero todo depende del rol que juegue la Cancillería.

Para el diplomático Francisco Carrión, no hay vueltas que dar: Estados Unidos en uso de su soberanía decidió prohibirles el ingreso a su territorio. En otras palabras, les quitó la visa, por las razones que señala el comunicado. ¿Está en riesgo la situación migratoria de Rafael Correa, quien cuenta con refugio en Bélgica? Su respuesta es no. “Fue una decisión soberana de Estados Unidos, y Bélgica es otro país, no tendría por qué sentirse aludido”.

María Dolores Miño, internacionalista, opina que la medida es política ante todo y tiene efectos jurídicos directos solo en el caso de Estados Unidos, por sus normas migratorias. “Para la comunidad europea, no pasará de ser un incidente de carácter político, ya que no se trata de una alerta de la Interpol”. No descarta que la Cancillería haga buenos oficios ante Bélgica, para intentar traer de vuelta a Correa. Pero en ese punto, la abogada se pregunta cuál será el actual estatus del expresidente Correa. Quizá haya obtenido inclusive la naturalización, ya que su esposa es belga, comenta.

¿Corrupción versus 'lawfare'?

Para Esteban Santos, docente de la UDLA, Correa se ha mostrado como un mártir y el Grupo de Puebla presenta a Glas como el nuevo Lula. Pero con este anuncio, las cosas cambian. “Todo país puede negarte la visa, pero les dijeron que no son elegibles por corruptos”.

Según Santos, la Cancillería debería activar a su servicio exterior para que acuda ante Bélgica, pues esta declaración evidenciaría que sí procede la extradición. Igual con México, donde algunos diputados piden explicaciones.

Esa opinión sintoniza con la del internacionalista Carlos Estarellas, quien dice que se ha demostrado que en Ecuador existe un cáncer terminal llamado corrupción. Recuerda que Estados Unidos, como país soberano, le canceló la visa al expresidente Abdalá Bucaram, hizo lo mismo con generales de la Policía y del Ejército y ahora fue por Correa y Glas. Le parece que es un argumento más ante la Corte de La Haya: México se equivocó al darle asilo a un convicto sancionado.  

Una cosa es conseguir el apoyo de dictaduras como la de Maduro en Venezuela, o la de Ortega en Nicaragua. El Servicio Exterior tiene argumentos jurídicos.

Esteban Santos

Docente UDLA

El analista considera que la sentencia en contra de Carlos Pólit, cuyo juicio se desarrolló en Miami, pudo influir en esta decisión de Estados Unidos. “El excontralor debía cuidar el uso de los fondos públicos y salió con todo ese dinero”.

En otra línea, para Milton Reyes, profesor de la PUCE, resulta extraño que la decisión del Gobierno de EE. UU. se conozca en medio de un proceso electoral en marcha en Ecuador. No sabe cuánto impactará en la decisión que tomen en las urnas los ecuatorianos. Sin embargo, en todo caso, Reyes considera que este anuncio abona en mantener el clivaje correísmo-anticorreísmo. No cree que Bélgica cambiará de idea en torno al refugio concedido a Correa; ni México su postura sobre Glas, pero “unos seguirán diciendo que es obra del imperio y ‘lawfare’; y otros, la confirmación de la corrupción”.

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