Feministas critican al correísmo por apoyo a Glas ante denuncia de intimidación
El movimiento Revolución Ciudadano respaldó al exvicepresidente tras cruce de acusaciones con exasesora
El colectivo feminista Mujeres Ecuatorianas Organizadas criticó este lunes 30 de octubre el respaldo que la Revolución Ciudadana, el movimiento político que lidera el expresidente Rafael Correa, dio al exvicepresidente Jorge Glas ante una denuncia de presunta intimidación presentada por una exasesora, al que él ha contrademandado por presunta extorsión.
En un pronunciamiento público, esta agrupación feminista mostró su disconformidad con el apoyo brindado por el partido político a Glas, uno de los líderes del movimiento, en este cruce de acusaciones mutuas que también involucró al asambleísta electo Ferdinan Álvarez, actual pareja de la exasesora de Glas.
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Las Mujeres Ecuatorianas Organizadas manifestaron que, bajo su criterio, el comunicado de Revolución Ciudadana a favor de Glas "refleja que no existe ni coherencia, ni compromiso, ni cuidado ni intención de trabajar por la erradicación de la violencia hacia las mujeres".
El partido correísta expresó el viernes en un comunicado su "total confianza en el comportamiento ético" de Glas y señaló que la denuncia de extorsión que ha presentado contra su excolaboradora "demostraría que los fines de esta campaña en su contra no tienen que ver con una supuesta defensa de derechos, sino con un interés de enriquecimiento personal".
- Glas la acusa de pedirle 350.000 dólares
El comunicado fue difundido después de que Glas acusase públicamente a su excolaboradora Soledad Padilla y al asambleísta Ferdinan Álvarez de grabar conversaciones telefónicas de manera ilegal y de luego exigirle presuntamente 350.000 dólares a cambio de no difundir los audios.
En algunas de estas grabaciones se le escucha a Glas increpar a Álvarez por mantener una relación sentimental con Padilla, quien en su denuncia señaló que presuntamente el exvicepresidente la amenazó verbal y psicológicamente con causarle perjuicio por no aceptar tener una relación más cercana con él.
En su comunicado, Revolución Ciudadana afirmó que como movimiento político son "defensores irrestrictos de los derechos de las mujeres" y recordó que durante el decenio presidencial de Rafael Correa (2007-2017) desarrollaron "políticas públicas de prevención y protección de las mujeres contra la violencia de género".
"Pero no podríamos aceptar que se tergiversen dichos principios para falsear la verdad y, peor aún, pretender extorsionar a las personas", señaló la formación política, que teme que se inicie "una nueva arremetida mediática y judicial" contra Glas, quien tiene dos condenas en firme por corrupción y está acusado por la Fiscalía en un tercer caso.
Este comunicado de Revolución Ciudadana fue calificado como "todo mal" por la prefecta de la provincia de Guayas, Marcela Aguiñaga, quien recientemente dimitió como presidenta del partido, tras la derrota en las elecciones presidenciales extraordinarias donde el correísmo tenía de candidata a la exasambleísta Luisa González.
- Prefecta propone protocolo
Mientras, la prefecta de Pichincha, Paola Pabón, propuso crear una unidad dentro del partido que atienda casos de violencia contra las mujeres mediante un protocolo específico, porque "es hora de empezar desde casa" y "la violencia de género no se debe tolerar".
"Necesitamos el compromiso político de todas, todos y 'todes' para erradicar toda forma de violencia contra las mujeres", señaló el pasado miércoles Pabón, para cuya prefectura Padilla trabajó hasta agosto.
"Como militante considero que la Revolución Ciudadana tiene un llamado imperativo a dar el paso hacia convertirse en una organización política libre de violencia de género", añadió.
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Sobre esta propuesta, el colectivo de Mujeres Ecuatorianas Organizadas señaló en su pronunciamiento que "es un primer paso, pero no es suficiente, se requieren acciones contundentes eficaces y monitoreadas, de manera permanente así como personas capacitadas en género para procesar estas denuncias".
"Este problema no es un asunto privado, es un problema público y, como tal, la sociedad está llamada a confrontar a aquellas estructuras, instituciones, empresas y organizaciones políticas a tomar todas las medidas para evitar y erradicar prácticas normalizadas de violencia hacia las mujeres", apuntó la agrupación.
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