El giro en la comunicación: ver más personas y menos votos

Irene Vélez es la actual secretaria de Comunicación del Gobierno tras la renuncia de Roberto Izurieta. Fue designada por el presidente Daniel Noboa el 30 de abril de 2024 y atraviesa su primera crisis con el caso Esterillo Oloncito, que le tomó 48 horas al mandatario salir a comunicar algo a través de su cuenta de X.

La funcionaria tendrá desafíos para solucionar las crisis como la que atraviesa, pero eso dependerá de hasta dónde le permita actuar el mandatario y del nivel de transparencia con que se maneje la comunicación, advierten expertos.

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Tras ser designada, Vélez dijo brevemente que continuará con la línea trazada por Izurieta en la Secretaría. Este Diario solicitó una entrevista desde el 29 de abril para conocer el enfoque de su gestión, pero no ha existido respuesta.

“Izurieta fue el miembro más experimentado del gabinete de Noboa y creo que su pérdida se sentirá en un gabinete constituido por inexpertos en su gran mayoría. Aportó una valiosa perspectiva estratégica como secretario, aunque su gestión fue ambivalente”, dice el politólogo Arturo Moscoso.

Evalúa que Noboa mantiene una alta popularidad, pero que la comunicación gubernamental fue exigua y poco transparente con Izurieta.

María Eugenia Molina, experta en comunicación política, señala que con Izurieta la gestión se enfocó mayoritariamente en hacer un trabajo de marketing electoral, más que de comunicación gubernamental. Siempre se vio al ciudadano como votante, más que como mandante cuyas necesidades deben ser escuchadas, agrega.

Esto sucedió por dos factores, dice: la reciente consulta popular y por la búsqueda de la reelección. “La comunicación y la gestión en política son caras de una misma moneda. Es mentira que se comunique bien y se gobierne mal o viceversa", destaca al señalar algunos errores de Izurieta: falta de transparencia sobre las políticas públicas que deben sostener el plan Fénix, uso de una estrategia del silencio, comunicación escasa, tardía o errónea en ocasiones de crisis, entre otras.

Dice que eso afectó la credibilidad. Sugiere dejar de ver al ciudadano como votante y ser un Gobierno más abierto en el período de Vélez.

Juan Cuvi, analista político, es más crítico al señalar que hubo tres momentos negativos de Izurieta: la poca claridad sobre los contenidos de la consulta popular; la crisis con México donde dio la cara, pero sin mayor claridad; y la crisis de los apagones donde hubo falencias.

“No parece ser una persona de la absoluta confianza del presidente”, dice respecto a Izurieta y sostiene que Vélez tendrá dificultades porque no existe una hoja de ruta clara del Gobierno sobre lo que quiere para los próximos meses, solo se conoce que está trabajando por la reelección y nada más.

“En esas condiciones es muy difícil que un secretario de Comunicación cumpla una labor eficiente, va a cometer errores”, advierte. Recomienda definir una hoja de ruta porque hay una coyuntura de volatilidad.

Leonardo Laso, exsecretario de Comunicación, precisa que se requiere mantener una relación directa con el mandatario y el jefe de gabinete que opera la política, porque en ese grupo se toman las decisiones a diario.

Si no hay ese nivel de relación, el trabajo a Vélez le resultará complejo porque habrá “ruidos cruzados y decisiones que no conoce”, los que luego le tocará salir a responder sin estar informada, explica. Laso trabajó con Vélez en la Presidencia y asegura que tiene capacidad y calidad humana.

El Detalle

Vélez tiene 32 años. Es analista, estratega política y catedrática, según su perfil en LinkedIn. Trabajó en el Gobierno de Guillermo Lasso.

Voces

"Muchos cambios no va haber, (Vélez) es joven, con poca experiencia, no podrá incidir demasiado en el manejo de la información, que es decisión directa del presidente", Arturo Moscoso, politólogo.

"Si Vélez tiene una relación cercana con Noboa y el grupo de más alto nivel podrá manejar una buena estrategia de comunicación", Leonardo Laso, exsecretario de Comunicación.

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