IESS: el edificio en desuso que volvió a las manos de quien lo vendió
Cuando presidía la Cámara de Comercio, Eduardo Peña le vendió la edificación al IESS, entidad que ahora dirige
El mundo es redondo y la vida da vueltas. Eduardo Peña Hurtado cita esa sentencia ante la curiosa situación de tener que decidir dos veces sobre la suerte de una misma edificación: la de la antigua sede de la Cámara de Comercio de Guayaquil. En 2011, como titular de esa entidad, le vendió el inmueble al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), la institución que ahora dirige como presidente del Consejo Directivo.
La emblemática construcción es parte de la historia de la ciudad y del paisaje urbano del casco central y comercial, donde se distingue por su singular diseño. Pero desde su venta al IESS ha estado sin utilizar. Está cerrada con cadenas y candados, pero su exterior evidencia el abandono y el avance del deterioro.
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De allí que, al igual que lo hiciera en 2011, Peña nuevamente debe decidir sobre qué hacer con esta edificación: una nueva venta; su alquiler total o parcial; o incluso su habilitación como dependencia del IESS para la atención a los asegurados.
¿Cuál es la situación actual? ¿Cuál de esas opciones baraja esta vez el ahora presidente del Consejo Directivo del IESS?
“No lo sé. Si tú me preguntas qué va a pasar hoy (con el edificio), no sé”, reconoce Peña, consultado por este Diario el jueves, luego de que participara en un acto de promoción del programa ‘Afiliación joven sub-24’, ante decenas de colegiales en el auditorio de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.
“Ahora que lo pones en la palestra, efectivamente, en la Cámara de Comercio se lo ofrecimos al IESS. Pensamos que lo iban a usar para (dependencia del) Monte de Piedad, que es lo que se me ocurre ahora”, dice.
En realidad, cuando el IESS adquirió ese inmueble, levantado en la avenida Olmedo sobre un área de 419 metros cuadrados, la idea era pasar allí los servicios que ofrece el dispensario médico número 6 situado dentro de la Bahía, entre las calles Alberto Reyna y Villamil, que desde hace años resulta pequeño para la cantidad de usuarios que atiende. Y es de difícil acceso por su ubicación, cerrada desde hace años al tránsito vehicular.
Incluso, en 2014 la Dirección Provincial del IESS elaboró un proyecto para habilitar la antigua sede de comercio como una ‘Torre de consultorios médicos’, con estudios completos y hasta con un presupuesto asignado, pero al final eso no se concretó.
El empresario inmobiliario Bolívar Rosero, quien en su momento compró otros edificios céntricos tradicionales como el del Registro de la Propiedad o el del Consulado de Estados Unidos, sugiere dos opciones.
“Si allí funcionó la Cámara de Comercio, entiendo que está diseñado para oficinas. Se lo podría alquilar para oficinas, para estudios jurídicos... Y como al lado funciona un colegio particular, quizá a ellos les pueda interesar como una extensión”.
Pero no ve por ahora la venta como una opción porque asegura que la compra de bienes está detenida por la situación de crisis e inseguridad del país.
Según conoció este Diario, la Dirección Provincial del IESS analizará la factibilidad de retomar la idea de sacar el dispensario de la Bahía y ponerlo en esta edificación. Claro, si es que antes no llega una nueva administración y otra vez quedan olvidados el proyecto y el edificio.
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