El IESS no le da sus pastillas desde mayo y eso complicó su leucemia y su salud
Tito Montoya no recibe desde mayo las medicinas para su tratamiento. Él se agravó y fue internado dos semanas. Allí le tocó comprar otros insumos
Haber aportado por 30 de sus 51 años al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) no le han servido a Tito Montoya García para recibir el servicio médico al que tiene derecho. Paciente de leucemia desde 2010, afirma que “cada vez y cuando” el hospital donde se hace ver, el Teodoro Maldonado Carbo, se queda desabastecido del medicamento para el control de su enfermedad. En esta ocasión no recibe el fármaco desde mayo, lo que cortó su tratamiento y le causó la consecuente complicación de su salud, al punto de que terminó dos semanas hospitalizado y ahora continúa en casa con descanso médico.
El medicamento específico que requiere es importado: Tasigna (Nilotinib). Debe tomar cuatro pastillas al día. Montoya afirma que localmente cuesta 6.000 dólares la caja de 120 cápsulas, lo que la vuelve inaccesible para su presupuesto. En países vecinos promedia los 3.000 dólares la caja, según comprobó este Diario.
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Leer másMontoya aclara que no le faltó precaución. Dice que el año pasado también hubo desabastecimiento, pero él guardaba reservas y pudo con estas esperar un mes hasta que el hospital se las volviera a entregar. Pero esta vez la falta del medicamento se ha prolongado por más de tres meses y sus reservas también se agotaron.
Así lo confirma el hospital Teodoro Maldonado en respuesta a este Diario. “La antigua administración, el último proceso de compra que hizo de ese medicamento fue en julio de 2021, una subasta de 39.648 unidades. Y de ahí hicieron un préstamo de 896 unidades en junio de este año. Por eso el medicamento se acabó, ya que no hubo planificación de por medio”, indicó.
“De ahí nosotros tenemos previsto que llegue el medicamento a finales de octubre, por el proceso que es grande, y estamos adquiriendo 80.532 unidades y el mes de febrero del 2023 estaríamos ejecutando el siguiente proceso para estar con stock”, agregó la nueva administración.
Ya sin las pastillas, Montoya empezó a sentir dolores de cabeza y extrema debilidad. Un doctor particular le ordenó varios exámenes y descubrió que tenía los glóbulos blancos sumamente elevados. Con esos resultados, el mes pasado fue a ver a su médico tratante del IESS, quien le indicó que debía internarse de urgencia.
Pero se topó con un problema adicional: le dijeron que no había camas disponibles y que otros doce pacientes estaban en lista de espera. “Por suerte, en la empresa donde laboro, la trabajadora social me pudo conseguir una camilla y me pude ingresar. Estuve dos semanas, del 25 de agosto al 7 de septiembre”, reseña.
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Leer másSin embargo, si bien estuvo bajo vigilancia y atención de personal médico, afirma que le tocó comprar los insumos que requería, desde los sueros hasta la medicina para bajar los glóbulos blancos. Y que igual hacían otros pacientes.
Luego de salir lo enviaron a casa con descanso hasta el 27 de septiembre, en que tendrá otra cita y verá con el médico los resultados de otros exámenes que se hizo en Solca.
Expresa su decepción porque después de tantos años de aportar, él y muchos otros afiliados y jubilados “vamos al Seguro Social como a mendigar nuestros medicamentos”.
LOS DOS ESCENARIOS:
- El PROBLEMA: El Hospital Teodoro Maldonado Carbo es el único de especialidades del IESS en Guayaquil y la provincia que atiende a todas las enfermedades catastróficas y raras como el cáncer. Pero la entidad ha confirmado que tiene casi un 50 % de desabastecimiento de medicinas, entre ellas las que sirven para tratar a estos pacientes.
- LA SOLUCIÓN: Hay pacientes que deciden comprar por su cuenta los fármacos que no les entrega el IESS, pero en este caso el precio lo vuelve casi inaccesible. El paciente Tito Montoya considera que si el hospital no adquiere los medicamentos para entregárselos, que sería lo normal, podría derivarlo a Solca para que reanude su control médico y tratamiento.