El peligroso gesto del ministro Félix Wong contra la prensa
Análisis | Es una señal muy grave que ni la sociedad ni el gobierno pueden dar. Es una burda muestra de autoritarismo
El grotesco episodio del viernes 13 de septiembre de 2024, cuando el ministro de Gobierno, Arturo Félix Wong, interrumpió a los gritos un programa de radio donde se entrevistaba a un analista en energía que, según el funcionario, estaba mintiendo al aire, es una señal peligrosa de autoritarismo y de amenaza a la libertad de expresión. Una señal que ni la sociedad, ni el gobierno ni el mismo funcionario pueden dar. Una señal muy grave, sin duda.
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Leer másArturo Félix Wong llamó el viernes en la mañana al programa matutino de entrevistas de radio La Poderosa, donde el periodista Oswaldo Morocho estaba entrevistando al analista Darío Dávalos sobre el tema de las barcazas que llegarán al país para producir energía eléctrica durante la crisis generada por el estiaje.
Dávalos estaba haciendo una crítica a la falta de preparación del gobierno para recibir a estas barcazas, entre ellas la turca que ya llegó y que hasta ese viernes estaba generando energía de forma experimental.
El ministro, evidentemente exaltado, dijo a los gritos que La Poderosa estaba entregando el micrófono a una persona que estaba mintiendo pues, según el funcionario, había dicho que la barcaza aún no estaba generando energía. Félix Wong o no escuchó bien o no entendió lo que el entrevistado estaba diciendo y reaccionó colérico afirmando que la verdad es que la barcaza turca ya estaba generando 102 megavatios para el país. Con ánimo de capataz de hacienda del siglo 19 gritó “¡Qué es lo que pasa aquí!” para casi inmediatamente agregar “hasta cuándo las mentiras”.
La interrupción del ministro Wong
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Leer másFélix Wong que estaba indignado por algo que en realidad el entrevistado no había dicho, luego pretendió ser el dueño de la verdad y asumió su condición de censor al afirmar que no va a permitir que se digan mentiras. “Este es un gobierno serio, esta es una gestión por el Ecuador, hasta cuándo. Esto es muy triste, el gobierno, el presidente Noboa 24 horas trabajando para cambiar el país, y me toca, en camino al palacio, escuchar mentiras. Esto no lo voy a permitir”. ¿Se declaró Félix Wong el censor general de la República o Torquemada del siglo 21 que decide qué se puede decir y qué no?
El ministro de Gobierno debería saber que un servidor público, y peor si se trata de un ministro de Gobierno, tiene ciertas responsabilidades y obligaciones frente a la sociedad que lo convierten en una persona que no puede actuar como si se tratara de un ciudadano común y corriente.
Puede ser que Félix Wong haya actuado bajo los impulsos más legítimos como ciudadano indignado ante lo que considera una mentira, pero como ministro de Gobierno no podía hacer lo que hizo. Mucho peor si lo hace a los gritos y advirtiendo que no va a permitir que se digan mentiras al aire, asumiendo que él tiene la prerrogativa de definir qué es verdad o qué es mentira.
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Autoritarismo disfrazado
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Leer másEn esencia, la interrupción hecha por Félix Wong es una burda muestra de autoritarismo disfrazado de una falsa etiqueta de defensor de la verdad. Todo autoritario comienza a serlo cuando decide creerse dueño de la verdad.
Aunque el analista haya estado mintiendo (cosa que no parece cierto si se escucha el programa) y aunque haya sido el correísta fanático que la maquinaria de comunicación del gobierno sostuvo que es en las horas siguientes al programa, el ministro de Gobierno no podía interrumpir el programa con las amenazas, gritos y advertencias de que no permitirá que se digan cosas con las que no está de acuerdo.
Afectación a la libertad de expresión
Entre eso y cerrar una radio o un medio de comunicación hay apenas un paso. O encarcelar a un periodista, incluso. Arturo Félix Wong bien podía haber llamado a hacer una observación o una actualización noticiosa y la audiencia se lo hubiera agradecido. Pero no, entró como a pelea de perros y dijo cosas que son incompatibles con la libertad de expresión y la tolerancia democrática.
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Leer másResulta, además, inverosímil que el mismo funcionario que lanzó gritos a los de La Poderosa, cuatro días más temprano había convocado a Carondelet a casi 50 periodistas a tender puentes con el gobierno.
Arturo Félix Wong llamó y conversó este lunes 16 de septiembre con el autor de esta nota. Lo hizo con cordialidad y respeto, pero curiosamente mostrándose auténticamente sorprendido que lo que hizo con los de La Poderosa pudo haber sido tomado como un acto de autoritarismo y de irrespeto a la libertad de expresión.
Félix Wong, parecería, carece de la cultura cívica que debe tener cualquier funcionario público y que implica no solo tener buenas intenciones sino cumplir con los compromisos que la democracia exige.
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