La representatividad en la Asamblea discrepa con el número de partidos
Ni las alianzas ayudan a la mayoría de las organizaciones políticas a obtener un espacio en la Asamblea Nacional
Representatividad. ¿Es importante en la Asamblea? En cada uno de los comicios legislativos convocados, sobreabundan las tiendas políticas. Sin embargo, al final, muchas carecen de respaldo en las urnas. Para los expertos consultados por EXPRESO, esta dinámica no funciona una vez que estos deben ocupar su curul.
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Leer másSolamente en los últimos comicios, celebrados en agosto de 2023, de seis agrupaciones que participaron para asambleístas nacionales, cuatro (RC, PSC, PSP y Construye) lograron los votos para llevar a sus cuadros; mientras que de tres alianzas políticas, dos (PID/Mover y Avanza/SUMA) lo alcanzaron.
Por su parte, en lo que corresponde a los escaños provinciales y del exterior, 32 organizaciones políticas contendieron, de las cuales solo 13 lograron acceder al Legislativo. De esas, cuatro grupos políticos captaron más de dos curules; pero la mayoría (nueve) apenas una.
A pesar de las alianzas, 12 de 22 grupos políticos llevaron a sus cuadros provinciales y del exterior a la Asamblea. Y únicamente tres alianzas consiguieron más de una curul (UP/PSE/DSI, tres; Avanza/SUMA, seis; PID/Mover, 12). El resto, es decir nueve alianzas, solo ubicaron a una figura.
Par Pablo Proaño, abogado especialista en Derecho Constitucional y coordinador de la Organización Dignidad y Derecho, la disgregación de las curules entre diferentes pequeños partidos afecta la toma de decisiones al momento de ejecutar los trabajos legislativos. Esto, “porque a medida que tenemos más asambleístas que pertenecen a partidos más pequeños, se dificultan los ejercicios de cabildeo y de acuerdo político, por los intereses que estos pueden tener”.
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Leer másTodo esto perjudica la gobernabilidad, sostiene Proaño. Además, el analista político Daniel González argumenta que no permite que haya un planteamiento nacional para generar las normas y leyes que el país necesita. “Cuando tenemos estos asambleístas, y es lo que ha pasado, ellos tienen intereses personales: reparto de cargos, instituciones, contratos”, lo que, en su opinión, no permite que exista una agenda legislativa adecuada, ya que “entre tantos independientes se negocia su situación personal”, lo que perjudica a la democracia del país.
Y todo esto se debe a la debilidad e irregularidad con la que los grupos políticos se presentan a las elecciones, enfatiza Simón Pachano, catedrático especialista en Ciencia Política e investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. “Una democracia funciona bien cuando existen partidos consolidados y organizados. Cuando no existen, la democracia funciona bastante mal”.
Los partidos han hecho de esto un negocio para que los independientes voten dependiendo del gobierno de turno.
Por esto el catedrático sostiene que no es dable que una organización política que solo pone a un asambleísta pueda tener representación e influir en la política nacional. A esta problemática se suma que los antiguos partidos políticos que han logrado mantenerse, han ido perdiendo la representatividad que tenían, manifiesta González.
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Leer másPara los expertos, la formación de cuadros es fundamental. Es por esto que, al tener que reemplazar a sus reconocidas figuras políticas, muchas de las agrupaciones tradicionales no logran mantener la cantidad de escaños que usualmente ostentaban. Por esto, Pachano rememora que muchas tiendas políticas “echaron mano a figuras de la farándula, del deporte y traficantes de tierras”. Todo porque no se preocuparon de renovarse, “de actuar como un verdadero partido político”.
Como en el caso del Partido Social Cristiano (PSC), ejemplifica el analista político. De acuerdo con los resultados de las elecciones legislativas, desde 2009 hasta 2023, esta organización ha colocado en ese periodo en total 10 asambleístas nacionales. No consigue más de tres puestos en la Asamblea en cada comicio, y al buscar escaños provinciales y del exterior su tope son 12 curules.
Este límite, expresa Pachano, también se debe a que la mayoría de los partidos a lo largo de las últimas décadas del siglo XX entraron en crisis y pasaron a ser de carácter provincial. Explica que aunque el PSC, en un determinado momento, era el más fuerte del país y tenía presencia en casi todo el territorio nacional, pasó a ser un partido casi exclusivamente costeño, con poca presencia en un par de provincias de la Sierra. “Ahora casi se circunscribe a Guayas y Guayaquil”.
El bloque de la Revolución Ciudadana (antes Alianza PAIS) ha logrado mantener su fuerza política, al igual que otras agrupaciones, pero todo eso lo consiguen por influencia de una cabeza que es visible, señala González. Por eso “en nuestro sistema de partidos siempre hay un caudillo, una persona que, dependiendo del momento político, arrastra a los asambleístas para que puedan entrar”.
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Leer másPor otra parte, si la alianza política no tiene una buena representación para Carondelet, los expertos creen que ni por más que se agrupen las tiendas políticas tendrían resultados óptimos. Aunque para algunos sea convenientes para al menos mantenerse vigentes, agrega González.
Proaño y Pachano creen que el país debería adoptar ciertas normas del sistema electoral alemán, en el que si un grupo político no alcanza un cierto porcentaje de representantes, no se le permite continuar participando en los comicios.
Hay múltiples partidos políticos (incluso pequeños) que, a pesar de las alianzas, no logran tener suficientes escaños.
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