Premium

Fundación Konrad Adenauer
Un grupo de 20 becados en el programa de formación política 'Escuela de Presidentes' de la fundación Konrad Adenanuer, en mayo de 2024.Cortesía

La sociedad civil suple el fallo de los partidos de formar políticos críticos

Ante la ineficiencia de las organizaciones en su tarea de formar nuevos cuadros, la tarea la asumen otros sectores

Que la clase política está “podrida”, llena de malos elementos y corrupción son algunos de los frecuentes comentarios -en otros casos, creencia- que la ciudadanía ha incorporado como su valoración de los políticos y su trabajo en la función pública. Aunque no es un fenómeno generalizado, los constantes y cada vez más graves casos de corrupción en el país han apuntalado esa idea.

Sin embargo, ¿de quién es la responsabilidad de que tengamos cada vez más funcionarios públicos, incluso dignatarios, involucrados en escándalos de corrupción? Como este Diario ya ha publicado en temas anteriores, al menos en lo electoral, los partidos políticos son un primer filtro que, incluso por ley, tienen la obligación de formar a su militancia, de donde posiblemente salgan sus candidatos.

Aunque en la literatura jurídica las organizaciones políticas luzcan como un espacio generador de nuevos, buenos y responsables políticos, Santiago Pérez, docente investigador de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), recuerda que en la realidad eso es algo que no se cumple. Incluso sostiene que los partidos políticos padecen de un mal, al parecer incurable: el caudillismo.

“La formación política es algo que no se cumple en todas las organizaciones. Esto da paso a que los caudillos o la cúpula de los partidos decidan qué cuadros serán parte de elecciones o serán visibles ante la opinión pública y terminen tomando decisiones”, comenta y hace hincapié en que, así como esto ha generado malos elementos en lo público, también ha generado acciones de otros sectores.

DANIEL NOBOA

Los políticos ecuatorianos no tienen cara para confrontar

Leer más

Las universidades, los centros académicos, los tanques de pensamiento y diversas oenegés, todas iniciativas de la sociedad civil, según acota Pérez, han suplido la tarea de formar políticos: “(Estos actores) ofrecen capacitación en políticas públicas y gestión de recursos, entre otros temas. Es importante esta formación para tener un tejido social crítico que no permita caudillismos (...)”.

Johannes Hügel, director de la oficina en Ecuador de la Fundación Konrad Adenauer, organización alemana dedicada a la formación de políticos, coincide con Pérez y sostiene que la educación de una nueva clase política es vital para el futuro de cualquier país, pero más aún para Estados como el ecuatoriano, donde los llamados a ser generadores de nuevos políticos no funcionan correctamente.

“Ecuador no tiene realmente partidos políticos, sino máquinas electorales que son al gusto del empresario que quizás ha comprado o formado este movimiento político. Pero falta democracia interna, que haya elecciones y formación continua y sostenida”, expresa el director Hügel y comenta que el objetivo es que estos procesos sean integrados en el quehacer político de las organizaciones.

Lastimosamente, según añade el docente investigador Santiago Pérez, esa es una premisa que incumplen las organizaciones políticas, provocando “el declive del sistema democrático y generando desconfianza de las personas hacia la política, ya que la sociedad ve que a través del sistema democrático no se están dando soluciones efectivas a sus problemas”.

mitin

Ecuador: los partidos políticos sin convicción tienen poco tiempo de vida

Leer más

Uno de los mayores riesgos que observa Pérez es que, de no haber cambios, cada vez será menos la gente proba y capacitada que esté dispuesta a involucrarse en lo público. De hecho, señala que eso ya sucede: “hay un problema grave de representación en nuestro país. Cada año vemos en las papeletas a las mismas personas, los mismos partidos o los mismos intereses que están detrás. Eso es muy perjudicial para el sistema democrático”.

Aunque el panorama del sistema democrático ecuatoriano es complejo, ya que existe una falta de representación entre los jóvenes y el desánimo por los casos de corrupción que en varios casos involucran a la clase política, el director Hügel aclara que bajo ninguna circunstancia las estructuras de la sociedad civil reemplazan o suplen por completo el trabajo que por ley les corresponde a las organizaciones políticas.

“Hay una carencia grande en los partidos políticos en formación y democracia interna, pero no tenemos la idea ni podemos sustituirlos. Nosotros acompañamos”, acota y hace hincapié en que las autoridades, en este caso el Consejo Nacional Electoral (CNE), también tiene la obligación de velar por el cumplimiento del deber de las organizaciones políticas. “Incluso se debe tomar la posibilidad de eliminar a aquellos que no cumplen, sino se va a perpetuar el modelo de tener muchos partidos sin representación”.

Una tarea que dicta la Ley Electoral  a los partidos 

Santiago Pérez, docente investigador de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), recuerda que la Ley Electoral o Código de la Democracia ya establece las responsabilidades de los partidos políticos.

Anota que el artículo 312 de esta norma ya establece entre las funciones de las organizaciones políticas “formar a todas y todos sus miembros para el ejercicio de funciones públicas en cualquier nivel del gobierno” y “contribuir en la formación ciudadana y estimular la participación del debate público”.

Más adelante en el mismo Código de la Democracia, específicamente en el artículo 331, incluso se señala como una de las obligaciones de los partidos políticos sostener, como mínimo, un centro de formación política. Ambas normas que, según el docente investigador Santiago Pérez, incumplen los partidos, abriendo paso a los caudillismos.

(¿Quieres tener acceso a más contenido de calidad sin límites?  ¡SUSCRÍBITE A EXPRESO!)