TCE, el nuevo cuadrilátero electoral de los políticos

Táctica y estrategia. A criterio de expertos en política electoral, ahora le tocó el turno de estar en medio del ojo de un proceso electoral al Tribunal Contencioso Electoral (TCE), luego de que la justicia constitucional se haya desprestigiado.

Anteriormente, las figuras políticas recurrían a la justicia constitucional para que esta resuelva los problemas que entre ellos tenían, lo que hizo que la institución se debilitara, por lo que ahora es frágil y no goza de prestigio, sostiene Wilmer Suárez, director del Observatorio Electoral y Social de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (Uleam). Esto, porque estos órganos fueron usados para la persecución, manifiesta.

Lo que causó su desgaste, debido al abuso de la justicia ordinaria, para que esta se inmiscuya en la vida personal de los políticos, agrega Suárez. Esto se debe a que en Ecuador hay un fortalecimiento de la polarización política, ya que ahora las organizaciones políticas se encuentran en permanente campaña política, están hipercomunicando y buscan anularse entre sí, convirtiéndose en adversarios, que usan la justicia para lograr sus objetivos, antes, durante y después del fulgor electoral, añade.

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Efectos de politizar la justicia constitucional

Pero el uso político desmedido para obtener amparos y acciones de protección, que en años anteriores, desde el retorno a la democracia, ha hecho que también la justicia se sature, expresa Alfredo Espinosa, analista político y experto en Estudios Latinoamericanos. Uno de los casos que analiza, es el del presidente Daniel Noboa; a su juicio, él debería resolver el problema que él mismo generó con su vicepresidenta Verónica Abad fuera del terreno de la justicia electoral. “Él la generó al escoger mal a su binomio”.

Para Espinosa, las instituciones no tienen por qué resolver los problemas domésticos. Añade que Noboa recurrió a la Procuraduría para que sostuviera que Abad no tenía por qué reemplazarlo. Lo que ha demostrado “el uso político y hasta politiquero” de las entidades para sus propias intenciones políticas, convirtiéndose luego en una plataforma electoral.

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¿Cuál podría ser el fin?

Sin embargo, el que hayan recurrido al TCE también es estratégico porque esta es la última instancia en material electoral, cree Suárez. Esto, porque solo en ese terreno, lograrían sacarlos de la contienda electoral.

Es por esto, que ahora los jueces electorales tendrán como reto cumplir su rol, sin contaminarse, señala González. El costo que no puedan mostrarse como una entidad independiente será que se vicie el tema de la legitimidad y para ello tendrán que ser rigurosos al verificar si hubo o no vulneraciones.

Pero esta degradación también es culpa de las numerosas organizaciones políticas y de la élite política que se niega a dar un paso a nuevas figuras, cree Suárez. Eso suma a que el sistema social y político se siga fragmentando, agrega.

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¿Podría generar beneficios estas situaciones?

Por otro lado, Espinosa considera que estos hechos también están logrando que dentro de las tiendas políticas se desarrollen buenas practicas. Es por eso que ahora, los presidenciables son más cuidados al escoger sus compañeras de fórmula.

A su vez, esto sustentaría que Ecuador vive en una utopía democrática, dice Suárez.

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