El Porvenir: Tierra del volcan, momentos de leyenda
Asentada en 300 hectáreas del páramo andino, esta hacienda ofrece experiencias transformacionales que fluyen desde la naturaleza pura hacia el interior.
La hacienda, ubicada en las faldas del volcán Cotopaxi, a 21 kilómetros de Machachi, envuelve el alma y los sentidos con la calma y el cobijo que solo la vastedad de la montaña puede transmitir. Pero El Porvenir es un paraíso que ofrece mucho más que parajes únicos e irrepetibles, pues vivir toda la experiencia en su conjunto es lo que trasciende en la memoria de sus visitantes.
De la mano de Jorge Pérez Gangotena, la propiedad se convirtió en un importante referente turístico hace ya 20 años, cuando sus padres confiaron en él su suerte y destino.
En 1993, Juan Francisco Pérez Arteta y su hijo Jorge crearon la Fundación Páramo, para su conservación y protección, como una figura veedora y gestora de acciones en pro de la naturaleza, no solo de esta región del país.
Jorge fue quien imprimió el sello ‘Tierra del Volcán’, como la operadora turística que ofrece, a propios y extraños, programas integrales en tres haciendas diferentes de la familia, todas en la sierra central (El Porvenir, El Tambo y Cerotal), bajo el lema ‘Momentos de Leyenda’, para todos los que las visitan, incluyendo a los que buscan retraerse en el magistral silencio de la estepa que, con su perenne compañero el viento, inspira a cambios transformacionales, tal como ofrece ‘Tierra del Volcán’. “Si así se quiere, ayudamos a tener conexiones profundas con la familia, o con uno mismo, a través de actividades dirigidas (propias de una hacienda, como el ‘trekking’, trabajar con caballos, cocinar en grupo o acampar en solitario) que empujan a salir de la zona de confort, para abrir la mente, estar más receptivos y así generar cambios positivos. Hay que conectarse con la naturaleza y dejar que ella te guíe a tu interior”.
Así, El Porvenir cuenta con actividades que atraen a grupos familiares, de amigos, deportistas, aventureros e incluso, como ya lo mencionamos, a visitantes solitarios.
A más de los caballos salvajes que circulan libres por la extensa hacienda, cuenta con decenas de ellos domados que ofrecen a los visitantes horas de cabalgatas en inspiradores recorridos dentro de los predios del frío páramo, quizá una de las más atractivas experiencias, pues se busca replicar al típico ‘chagra machachense’, que es hasta la fecha una de las más representativas figuras de esta zona del país, luego de que en la época de la Colonia la orden Jesuita, dueña de grandes extensiones de tierra en Machachi, regalara a sus empleados más cercanos pequeñas parcelas de tierra (o chacras, de donde proviene el nombre de ‘chagras’). Y para el manejo de ganado les otorgó a estos la potestad de vigilar sus tierras a caballo, un privilegio solo permitido a los españoles o dueños de grandes feudos. Así, los chagras de Machachi fueron el primer grupo indígena que montó a caballo.
La hacienda como tal fue adquirida por su tatarabuela en 1893, y cuando le dijeron: “¿Estás loca? No compres esas tierras, no hay porvenir ahí”, ella respondió: “Sí lo hay y se llamará justamente El Porvenir”. Una anécdota que refleja la fuerte determinación de Isabel Escudero, quien tuvo la visión que otros no.
El Pedregal
Desde entonces esta familia ha aportado, por compromiso y convicción, al desarrollo de la zona de El Pedregal, la comuna más cercana a la hacienda, apoyándola con trabajo, educación y salud. De hecho, este año María José Andrade, esposa de Jorge, logró la publicación de un hermoso libro en el que los niños de El Pedregal ilustraron y escribieron leyendas sobre el Cotopaxi, a propósito de su posible erupción. Un libro que circula para recaudar fondos en beneficio de los pequeños del lugar. Hoy El Pedregal cuenta con 22 confortables habitaciones de diferentes categorías, porque la filosofía de ‘Tierra de Volcán’ es que todos los que quieran venir, tengan la oportunidad de hacerlo.
Con toque gourmet
Además destaca una amplia oferta gastronómica en la que se han rescatado sabores propios de esta hacienda, en modo gourmet, con un resultado más delicado, como un ‘tartar novo’ andino hecho con quinua; ceviche andino de palmito y chochos; lomo en salsa de mortiño; o si se prefiere, lomo en piedra volcánica. Es decir, una carta inédita e internacional si se quiere.
Sin duda, toda una experiencia imperdible al visitar estos parajes con historia y memorias propias.
Aventura y turismo
El proyecto turístico de las haciendas de la familia (empezando con El Porvenir) fue su tesis de grado en la USFQ. Y con la bendición de sus padres pudo llevarlo a cabo tiempo después. “Ecuador es el país con más biodiversidad por kilómetro cuadrado en el mundo, y eso hay que aprovecharlo y valorarlo”, dice, recalcando que el objetivo desde sus inicios fue generar conservación de la naturaleza a través de la aventura y el turismo.
149 dólares + impuestos cuesta hospedarse en una suite (para dos personas).
“Fui bendecido con tener haciendas que rodean el volcán Cotopaxi, por eso llamé a nuestra operadora Tierra del Volcán”.