Premio a lo novedoso de reportajes estudiantiles
La Universidad Católica entregó diplomas a los ganadores de su concurso de Periodismo. Resaltó el enfoque diferente de la realidad local y la presentación.
Un reportaje titulado ‘Guayaquil desigual’ plantea que hay sectores de la urbe marcadamente distintos entre sí, a pesar de que en algunos casos apenas los separa una calle. Otro sostiene -y lo demuestra con fotos y numerosos ejemplos- que las casas de esta ciudad se pintan distinto según la ubicación y el estrato social del sector al que pertenecen. Es una ‘Discriminación cromática’, afirma.
Los reportajes ganadores del concurso de periodismo que organizó la respectiva carrera de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCG), presentan enfoques -también diferentes y novedosos- de la realidad que los jóvenes universitarios observan en la urbe.
“La idea surge de ver a la ciudad, de ver las dinámicas de la ciudad y estar pendientes de lo que está sucediendo a su alrededor”, explica Camila Solórzano, una de las autoras de ‘Guayaquil desigual’, junto a sus compañeros Luisana Castro y Leonardo Waldo.
Claro que también reconoce, en el caso de ellos, la influencia de dos cátedras en particular: Estudios Urbanos y Teoría de la Comunicación, donde han hablado de esos temas y cuyos dos profesores, según Solórzano, “son muy apasionados acerca de eso y nos ayudaron a direccionarnos”.
Este Diario habló con tres de las jóvenes, luego de un sencillo y breve acto, donde los directivos de la facultad y la carrera les entregaron los diplomas.
En la categoría de reportajes escritos ganaron Lissette Rezabala con ‘El negocio de la basura’; y Daniela Molina, con ‘La discriminación cromática’.
En la categoría de reportajes multimedia, el primer lugar fue para ‘Guayaquil desigual’; y el segundo, ‘La inclusión en Guayaquil’, de los estudiantes María José Toledo, Xiomara Luque y Francisco Decker.
La decana Carolina Andrade y el director de la carrera de Periodismo, Efraín Luna, acompañaron a los ganadores. También los catedráticos que coordinaron el certamen interno o fueron parte del jurado, como Allen Panchana, Alina Manrique y Mariuxi León.
“Esta actividad auspiciada por EXPRESO ha sido muy provechosa, sobre todo para extraer de los alumnos esa creatividad que después, en el campo profesional, van a poder demostrar con más solvencia y capacidad”, dice Efraín Luna.
Desde la óptica de los docentes, Allen Panchana resalta que este certamen les permitió a ellos, periodistas que están en la cátedra, volver al rol de editores: revisando la elección de los temas, la redacción de los artículos, los enfoques, el uso de las herramientas multimedia, hasta determinar si los reportajes cumplían las condiciones y calidad para ser “publicables”.
Alina Manrique acota que el certamen entusiasmó a los jóvenes por la ilusión de que sus trabajos fueran publicados en EXPRESO. “En ese sentido el concurso tiene doble ganancia: primero, porque acerca a los futuros comunicadores a la génesis del periodismo, que son los medios tradicionales; y segundo, para el periodismo, porque recibe nuevos enfoques”.