Preocupación en Esmeraldas por los focos de infecciones

El lodo pestilente y la abundancia de mosquitos son los principales obstáculos para las familias que tratan de volver a la normalidad,  tras el desbordamiento del río Teaone dado el último domingo, luego de 12 horas de intensas lluvias.

Las precipitaciones que han caído en las últimas horas en la capital provincial han provocado un aumento considerable de lodo en las calles de los barrios perjudicados por el temporal. A esto se suma que el sistema de alcantarillado de estos sectores está colapsado, por lo que más aguas servidas se han mezclado con el lodo ya existente, generando terribles olores y exponiendo a la población a enfermedades.

Pablo Carpio, morador del barrio Nueva Concordia 2, ubicado a las orillas del río Teaone, asegura que para hacer sus necesidades básicas los vecinos deben buscar un sitio en medio de la maleza o hacerlo a la orilla del río. Esto debido a que los baños de las viviendas están obstruidos por lodo y basura acumulada.

“Es inhumano lo que estamos viviendo en este barrio y en muchos sectores de Esmeraldas. No nos hemos bañado hace cuatro días porque no hay agua potable y para hacer nuestras necesidades tenemos que escondernos en el monte o ir a la orilla del río”, cuenta este hombre de 52 años que también perdió los enseres de su casa.

Hay mayor proliferación de mosquitos en la noche y eso no permite descansar a las personas después de las extenuantes jornadas de limpieza a las que se enfrentan durante el día.

El médico Franklin Castro expone que si no se toman medidas urgentes, Esmeraldas podría enfrentarse en el corto plazo a una epidemia sin precedentes.

“La gente sigue caminando en el lodo contaminado sin ninguna protección. En las zonas afectadas no vemos brigadas médicas, no se están entregando medicamentos a la gente y eso puede traer consecuencias muy graves como enfermedades en la piel e intestinales. Se deben fumigar todos estos sectores para evitar que se desate una pandemia de dengue o paludismo”, afirma Castro.

Con palas y escobas, los esmeraldeños tratan de retirar el lodo de las calles, donde además de lodo hay enseres que ya no sirven y que se convirtieron en basura y por ende en un foco de contaminación para las personas.

“Necesitamos que las autoridades nos ayuden con maquinaria para sacar el lodo de las calles. Que el Cuerpo de Bomberos nos ayude con agua para limpiar nuestras casas porque tenemos ya cuatro días limpiando y pareciera que no vamos a terminar nunca”, pidió doña Ermita Bone, habitante del barrio 50 Casas.

En respuesta a ello, Frickson Erazo, gobernador de la provincia, aseguró  que después de la dotación de agua, víveres y vestimenta están las acciones de limpieza; ayer se dispuso que 100 militares    de la Fuerza de Tarea Conjunta Esmeraldas ejecuten acciones para el despeje de vías,  del barrio 50 Casas.

Los moradores de este barrio fueron ayudados por uniformados en cuestiones como: sacar escombros y lodos de sus casas y calles, también    para que desaparezca el lodo que está causando malestar a la gente.

“La limpieza es un factor importante en estos momentos para prevenir enfermedades, por eso los militares están trabajando en territorio, dándole una mano a nuestros hermanos que lo perdieron todo”, dijo Erazo.

El funcionario Erazo estuvo en la parroquia Carlos Concha junto al ministro de Inclusión Económica y Social, Esteban Bernal entregando víveres y ayudas técnicas a los del lugar perjudicado.

No obstante, se estima que en 10 sectores de la capital esmeraldeña están con graves problemas de lodo en sus vías de acceso y caseríos.