Presos de la cárcel de Cotopaxi fueron vacunados contra el COVID-19
Mas de cuatro mil dosis fueron aplicadas en todos los pabellones del
centro penitenciario
El Ministerio de Salud Pública (MSP), en coordinación con el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador (SNAI), la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, logró inmunizar a más de cuatro mil personas privadas de libertad (PPL) en Cotopaxi. A través de la movilización de 12 brigadas de vacunación, el MSP busca proteger a esta población vulnerable contra el COVID-19, en un esfuerzo conjunto que involucró a diversas entidades del Estado.
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Leer másLa campaña de vacunación, que se desarrolló en el Centro de Privación de Libertad Cotopaxi, benefició a 4,249 PPL, entre hombres y mujeres de 18 a 60 años. Los internos de los pabellones de mínima, mediana y máxima seguridad recibieron una dosis del biológico anti-COVID-19. Este esfuerzo tiene como objetivo principal reducir las posibilidades de complicaciones graves, como hospitalizaciones y muertes por el virus, en una población con alto riesgo de contagio debido a las condiciones de hacinamiento y la falta de distanciamiento social.
Primera fase de vacunación
Milton Paredes, responsable distrital de Vigilancia de la Salud, comentó en esta primera fase, han priorizado a las personas más vulnerables, aquellas que se encuentran en situaciones de hacinamiento. La vacunación es una herramienta fundamental para prevenir las formas más graves de la enfermedad y salvar vidas.
Durante el despliegue de la campaña, se observaron estrictas medidas de seguridad y protocolos sanitarios para garantizar la correcta aplicación de las vacunas y minimizar el riesgo de contagio entre los internos y el personal de salud. Las brigadas estuvieron compuestas por personal médico y de apoyo logístico, quienes trabajaron de manera coordinada para asegurar la eficiencia del proceso.
El MSP y sus aliados continúan trabajando incansablemente para llevar la vacuna a todos los rincones del Ecuador, con la esperanza de alcanzar una cobertura total y poner fin a la crisis sanitaria. Mientras tanto, el llamado a la población general sigue siendo claro: vacunarse es un acto de responsabilidad y solidaridad que puede salvar vidas.
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