El primer aniversario, buen momento para confrontar
Analistas coinciden en que tras las críticas de Lasso a Nebot hay una estrategia. Académica considera error personalizar el mensaje del Ejecutivo
Mientras por un lado se habla de tender puentes, por el otro se crean frentes. Las cada vez más frecuentes declaraciones polémicas del presidente Guillermo Lasso en contra de sus adversarios políticos, a escasas tres semanas de que se cumpla su primer año de gestión, llevan a más de una conjetura. El exalcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, se ha convertido en el centro de sus críticas.
El último episodio se marcó el martes cuando el mandatario trasladó el peso de las razones de la inseguridad en Guayaquil a la inequidad generada en los últimos 20 años de gestión municipal, es decir, en gran parte de la administración Nebot.
Dentro de la retórica de ejercer el liderazgo está bien el darle un tono de firmeza, pero no el que se le está dando que es el de la confrontación llevada a los extremos.
El consultor y analista político Oswaldo Moreno le dijo a EXPRESO que esta especie de animadversión puede tener origen hasta personales entre dos personajes que comparten un entorno social en el Puerto Principal. Ya en lo político, considera que el exalcalde sigue representando a una fuerza electoral importante con la que hay que confrontar.
“Esto hace que no se vean aún los resultados de la gestión del ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, porque por un lado le mandan a sentarse con los jefes de las bancadas legislativas y al día siguiente el jefe de Estado dice a Nebot o a Rafael Correa que son mafiosos”, señaló Moreno.
Existe un ambiente de exacerbar tanto las declaraciones del presidente Lasso como las reacciones del exalcalde Nebot que evidentemente no le hacen bien al país
Jorge León, especialista en consultoría política, coincide en que Nebot mantiene una influencia nacional y su opinión, que ha sido contraria al Gobierno de Lasso, sigue teniendo un peso que puede incomodar.
Sin embargo, achaca la actitud a veces muy beligerante hacia sus detractores a un intento de desviar la atención de los desaciertos que ha tenido el Ejecutivo en estos primeros doce meses en temas como la seguridad, el abastecimiento de medicinas en el sistema público de salud o servicios deficientes como los del Registro Civil.
Solo el tiempo dirá si esta estrategia de ampliar la confrontación da o no resultado al presidente. Sin embargo, el ciudadano lo que espera es respuesta de las autoridades.
“Como siempre se dice, en política nada es casualidad, todo responde a una estrategia. Evidentemente el ciudadano común no está dispuesto a esperar más tiempo por respuestas y soluciones desde el Gobierno. Sin embargo, han optado por el discurso de que la culpa es de los otros”, manifestó León.
La académica y analista Katalina Barreiro piensa que no es correcto personalizar lo que ha manifestado el presidente Lasso sino ir más allá para entender que la indignación del mandatario es por los obstáculos que habría tenido que enfrentar este año y en los que el Partido Social Cristiano (PSC) tendría mucho que ver.
“Interpretar lo que está pasando como si se tratara de una vendetta individual es reducir lo que realmente está enfrentando el país y es ver una Asamblea con prácticas muy cuestionables”, manifestó Barreiro.
