El primer juicio por Odebrecht está listo

El primer juicio por Odebrecht esta listo

Mañana, Jorge Glas entrará a la sala de audiencias del piso 8 de la Corte Nacional de Justicia sindicado por supuesta corrupción.

Era uno de los hombres fuertes del oficialismo. Vicepresidente de la República desde 2013 y primer vicepresidente de PAIS. Mañana, Jorge Glas entrará a la sala de audiencias del piso 8 de la Corte Nacional de Justicia sindicado por supuesta corrupción.

Él es, como ha mencionado EXPRESO en varias ocasiones, el funcionario con el cargo más alto, a escala regional, involucrado en la trama de sobornos de la constructora Odebrecht. Sobre él, por ahora, pesa una acusación por asociación ilícita.

La Fiscalía, la Procuraduría General y César Montúfar, acusador particular, están seguros de la participación del segundo mandatario en la red de corrupción que se armó para beneficiar a la firma con contratos en el Estado a cambio de coimas (ver recuadros). Él mantiene su discurso de inocencia.

La caída de Glas, en el plano político y judicial, empezó a gestarse a inicios de junio, apenas unos días después de asumir el Gobierno junto a Lenín Moreno. Al inicio fueron referencias que, aunque insinuaban una relación, no la confirmaban.

En ese mes, Diana Salazar, la primera fiscal encargada de la investigación, revelaba que Ricardo Rivera (tío de Glas y también sindicado en el caso) había recibido 13 millones de dólares de Odebrecht. ¿Cómo? “Valiéndose de su parentesco con un funcionario de Estado habría ayudado a que se obtengan no uno sino varios contratos a la compañía”, manifestó ella.

También se hicieron públicos varios mensajes entregados por José Conceição dos Santos, delator de Odebrecht, en los que aparecían las siglas “‘JG”.

Glas decía entonces que alguien se tomó su nombre. Incluso el 21 de junio se presentó voluntariamente y negó cualquier relación con Odebrecht.

Moreno fue uno de los primeros en tomar partido: el 4 de agosto le dijo que “lastimosamente, ingeniero Jorge Glas, el dedo apunta cada vez más hacia usted”. A continuación le quitó todas sus funciones.

El caso se precipitó apenas unos días después: el 22, Salazar aseguraba que se encontraron 10 indicios que demostrarían que Glas “facilitó la consumación del ilícito”. Carlos Baca Mancheno, antiguo asesor de Rafael Correa y simpatizante de PAIS, asumió la causa y mañana tendrá que demostrar ante los jueces la culpabilidad del segundo mandatario. Fue él quien pidió prisión preventiva para Glas, quien ingresó en la cárcel el 2 de octubre y aseguró que estaba de vacaciones. El Ejecutivo lo negó y está corriendo el plazo para reemplazarlo por abandono del cargo.

En el camino, Glas perdió apoyos en su propio movimiento: ahora solo un puñado de correístas lo respalda. La oposición insiste en llevarlo a juicio político (el CAL resolverá ese pedido la próxima semana). La Contraloría ordenó su destitución por irregularidades cuando era ministro de Sectores Estratégicos.

Su panorama todavía podría empeorar. La oposición critica que, junto con su tío y otras 11 personas, Glas solo sea procesado por asociación ilícita, un delito sancionado con cárcel entre 3 y 5 años. Pero la Fiscalía ha confirmado que también investiga cohecho y peculado.