Procesiones maritimas, una muestra de fe por Cristo Rey
En la parroquia El Morro, los pescadores, recolectores de moluscos y cangrejeros realizan este desfile para agradecer por los favores recibidos.
Ocurrió hace más de 80 años. La pequeña iglesia de Puerto El Morro, era de caña y techo de tejas, estaba en el barrio Buena Esperanza lejos del estero. El pueblo era próspero y había trabajo en las minas de yeso, en el estero abundaba la pesca, la concha, y el cangrejo en el manglar era fácil de capturarlo.
Por la gratitud a esos tiempos de bonanza, un hombre de apellido Bohórquez, que era uno de los pudientes de esta localidad, mandó hacer la escultura de Cristo Rey, que se talló en marmolina y posteriormente donó a la iglesia.
Desde entonces Cristo Rey, es el patrono de la población, recuerda Francisco Alejandro, de 65 años, quien es parte de esta historia.
Las procesiones marítimas por el estero con la imagen no han cesado. Participan pescadores, recolectores de moluscos, operadoras turísticas y fieles creyentes.
La misa también se celebra en el muelle del malecón, ahí los moradores entregan ofrendas, que consisten en los recursos que produce el manglar como: cangrejos, conchas y peces del estero.
Antes de partir al recorrido de 5 millas, cuyo periplo dura dos horas, el sacerdote bendice las embarcaciones. En el trayecto los fieles, rezan cantan y unas 20 naves escoltan la escultura, adornada con globos y flores.
Acto de fe
En el muelle los devotos entregan ofrendas que consisten en productos recogidos del mar.
Una bendición divina
El religioso también bendice los productos que el estero les da a los comuneros.
Remodelación de la iglesia
Los devotos motivados por esta escultura, cambiaron la iglesia cerca del estero reconstruyéndola de cemento. La escultura de marmolina que se la hizo en Guayaquil, llegó en noviembre del año 1940; nunca ha necesitado ser restaurada, se conserva impecable, tal como la trajeron, refiere Santiago Morales, líder comunitario de El Morro.
Protección al manglar
Las oraciones para proteger al manglar se comenzaron a elevar a Cristo. “Pedimos a Dios, que se pare la tala del manglar, que nos proteja de los piratas”, dijo Simón Figueroa, operador turístico. Oran también porque no se extinga la flora ni la fauna.
En el año 2010, se declaró zona protegida y de conservación 10.300 hectáreas de manglar, indicó Figueroa.