La propuesta de ciclovia del BID para Guayaquil
Actores sociales locales señalan los beneficios de una ruta. El proyecto no descarta al centro.
Sí hay un informe con una propuesta de ciclovías integrales para Guayaquil. Esto, pese a que, según dijo a este Diario un funcionario de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), ese documento todavía no está disponible.
Se trata del informe que realizó, desde el año pasado, la consultora colombiana ‘Despacio’ para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la ATM. En el plan, al que tuvo acceso EXPRESO, se incluye una ciclorruta para el centro de Guayaquil, cuya factibilidad fue descartada en la administración municipal anterior por “falta de espacio”.
El diagnóstico de la problemática, según el documento, revela cuatro falencias o necesidades: la falta de una norma local (próxima a presentarse) que planifique, regule, gestione, incentive y asegure el uso de la bicicleta; la necesidad de incluir a los actores mediante la participación ciudadana; una infraestructura no apta para su uso, al ser insegura y desconectada; y la falta de un departamento municipal enfocado en la movilidad sostenible.
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En la propuesta se recomienda cinco tipos de corredores: este-oeste (centro-Urdesa, centro-Urdaneta, centro-estero Salado y conexiones de los barrios del estero Salado); norte (río Daule-sur-centro, Francisco de Orellana-centro y Vía a Daule-Urdesa); sur (av. Domingo Comín-centro o av. 25 de Julio-centro y rutas en la av. Raúl Clemente Huerta, calle 52 y av. Abdón Calderón); circunvalares (norte-sur, sin pasar por el centro) y las intermunicipales (ciclovías que conecten a Guayaquil con Daule, Samborondón y vía a la costa).
Algunas de estas ciclovías ya existen en la ciudad, aunque son pocas, conforme muestra la gráfica. Sin embargo, conforme a la propuesta, deben mejorarse; y las inexistentes, construirse.
A este plan de rehabilitación, conexión e integración también se suma una ruta de ciclovía en el centro (desde el Malecón del Salado hasta el Malecón Simón Bolívar y desde 10 de Agosto hasta Junín en la av. Malecón). En esta última, conforme al estudio, las rejas vuelven a ser un punto de inflexión, esta vez porque quitan espacio al peatón y a la ciclovía.
Todas estas propuestas antes presentadas no han sido confirmadas por la ATM, pese al pedido de este Diario. Al momento, se desconoce si serán aplicadas a la ciudad o si se reemplazarán por las directrices de un nuevo estudio que está en licitación. Aún en incertidumbre, no solo los ciclistas piensan en que las ciclovías junto a una normativa serán de beneficio para la ciudad.
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El dirigente de transporte público, Miguel Anchundia, piensa que la construcción de ciclovías, aun si se considera la reducción de espacio para los vehículos, disminuirá la cantidad de accidentes entre vehículos y ciclistas.
Moira Castellanos, activista social guayaquileña, defiende la construcción de espacios para el ciclista porque asegura que esto permitirá la recuperación de lo público, mejorar la salud, impulsar el deporte, aportar al ambiente y disminuir la carga vehicular de la urbe. “La agenda urbana nacional implica tener ciudades equitativas, productivas, sustentables y la recuperación de lo público. El ciclismo apunta a las dos últimas.
Adicionalmente, el consultor turístico Jorge Mori recuerda que “el tema del ciclismo, más allá de ser un medio de transporte o una forma de hacer deporte, también impulsa la oferta turística en las grandes ciudades”.
Percepción
Otros datos del informe
Según la investigación de Despacio, el principal temor de los ciclistas en Guayaquil es ser atropellados, le sigue la preocupación por ser víctimas de la delincuencia.
De igual manera, el sondeo muestra que “la infraestructura es un tema clave para estimular el uso de la bicicleta, conforme a la percepción de los ciclistas.
Los destinos a los que debería llegar la ciclovía, según el sondeo, son: parques, centros comerciales, lugar de trabajo y centro, en ese orden.
De existir una ciclovía integral en Guayaquil, el 69 % de los encuestados aseguró que usaría la bicicleta para hacer recorridos diarios, un 23 % la usaría a veces, un 7 % no estuvo seguro, y el 2 % dijo que no usaría la bicicleta, incluso si hubiera un carril exclusivo.
