Protectoras de la selva en el parque Cuyabeno
Dos hermanas indígenas kichwa se suman a los custodios que cuidan el bosque, A diario recorren parte del área protegida
Se colocan las botas, agarran la larga cabellera negra y se van a recorrer la selva. Neifa, de 26 años, y Nila, de 29, son hermanas y entre la misión que tienen dentro de la comunidad Martínica es proteger el bosque del Centro Comunitario Yaku Warmi, cuyo significado es ‘mujer del agua’.
Las hermanas Salazar son los ojos de la ‘Madre Selva’ dentro del área protegido del Parque Nacional Cuyabeno, donde se asienta el centro comunitario. Son alrededor de 20 mil hectáreas de bosque primario, es decir un 60 % de bosque intangible, donde no se permite ni la tala ni la caza.
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Leer másAugusto Coquinche, administrador del centro comunitario de turismo, informa que hace 146 años, cuando era al auge de la explotación del caucho, los comerciantes prácticamente acabaron con la especie y explotaban a los indígenas de las zonas amazónicas para que les sirvieran de guía.
Dentro del área que está asentado Yaku Warmi cuentan con un árbol de caucho al que lo cuidan como el mayor tesoro y para evitar terminar con las especies únicas, se educa a la población y se designa a los protectores del bosque para evitar la tala y la caza y comercialización de las especies.
Neifa y Nila están detrás de los turistas observando de manera discreta que no coloquen ni una hoja entre las pertenencias. “Pedimos que hagan el turismo, pero que no pueden llevarse nada de estos territorios, porque se trata de conservar y fortalecer la cultura”, dice Neifa.
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Leer másLas dos son parte de la nacionalidad Kichwa quienes, cuando no están en el campo, se encargan de educar a niños y jóvenes sobre la importancia de fortalecer las raíces milenarias de la selva. Inculcan la danza como una expresión cultural que está en armonía con el pueblo y la Madre Selva, dice Nila.
Pedro Moneri, turista colombiano, expresó que los pueblos milenarios deben mantener su esencia, y para eso ellos deben hacer respetar el territorio evitando que extraños se lleven o destruyan lo que ellos cuidan.
Las tareas que impone la naturaleza
En Yaku Warmi reciben de manera permanente talleres donde los técnicos dan las recomendaciones de la vigilancia del territorio. Nila expresó que ellas por ser parte del grupo de protectores están en la obligación de educar y velar para que la nueva generación mantenga el cuidado y respeto por la naturaleza. Trabajan en mingas para cuidar los senderos habilitados para el turismo y transmiten los conocimientos ancestrales a los niños para la conservación de la flora y fauna del territorio.