Manifestación. Familias se cansaron de esperar a las autoridades.

Protestan por la escasez de agua

Ocho días le darán de plazo los habitantes de los sectores La Fabela y La Baldramina, de la parroquia San Cristóbal, para que las autoridades municipales quevedeñas los doten de agua potable.

Ocho días le darán de plazo los habitantes de los sectores La Fabela y La Baldramina, de la parroquia San Cristóbal, para que las autoridades municipales quevedeñas los doten de agua potable.

La mañana de ayer interrumpieron el tráfico en la salida a San Carlos para protestar por la falta de agua que padecen hace tres meses.

Estela Andrade, líder del sector La Fabela, manifestó que solo se abastecen de líquido con los tanqueros del Cuerpo de Bomberos.

Señaló que sobre el desabastecimiento del servicio lo expusieron en sesión de Concejo Cantonal, pero sin lograr una respuesta positiva.

Andrade mencionó que no hay agua potable porque están reparando el pozo que se encuentra en el sector La Baldramina. El detalle es que la obra está prevista finalizar en diciembre y en el lugar solo tienen pozos pocas familias.

Las familias llevan tres meses sin el líquido y deben abastecerse de pozos que tienen algunos vecinos.

Franklin Andino, presidente de la parroquia San Cristóbal, expresó que hace un año y medio construyen el pozo y no lo terminan. Por eso decidieron paralizarse por una hora para pedir que culminen los trabajos.

Comentó que la gente debe madrugar para abastecerse de agua.

Recordó que el año pasado se destinaron cerca de 400.000 dólares para la construcción de obras en la parroquia, entre ellas la dotación de agua potable en los sectores La Fabela y La Baldramina.

Por su parte, Carlos Basantes, director municipal de obras públicas, aseguró que el sector de La Baldramina sí cuenta con el líquido. Añadió que La Fabela estuvo seis años sin agua, por lo que se realizó una extensión de redes.