La agrupación Quebracho realizó ayer una manifestación frente a la embajada estadounidense en rechazo a la intervención del país norteamericano en los conflictos de Siria y Venezuela. Acusan al Gobierno de Donald Trump de intentar “voltear” al presidente

Las protestas en Venezuela repican hasta en las iglesias

Opositores y chavistas se enfrentaron durante una celebración de Semana Santa. Sube a cuatro el número de muertos durante las manifestaciones

Las expresiones de rechazo al Gobierno de Nicolás Maduro suben de tono en Venezuela. El martes en la noche, el presidente fue abucheado y atacado con objetos (en redes sociales se habla de huevos y piedras) a la salida de un acto militar. Y ayer la misa del Nazareno, una de las grandes tradiciones de la Semana Santa, culminó en riña entre chavistas y opositores.

Lejos de aplacarse con la Semana Santa, la tensión en Venezuela se extendió a la celebración religiosa. “¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!”, gritó una multitud al finalizar la misa previa a la procesión del Nazareno de San Pablo, en el centro de la capital, oficiada por el cardenal Jorge Urosa, duro crítico del chavismo.

El coro dio paso a golpes, gritos y empujones entre chavistas y opositores dentro de la Basílica de Santa Teresa, a donde acudieron dirigentes políticos. No se reportaron lesionados.

El jerarca había cerrado el oficio con una plegaria para “resolver nuestros conflictos de manera pacífica y democrática”, desatando aplausos. Pero la gresca estalló mientras los fieles, muchos vestidos de púrpura para “pagar promesa” al Cristo, corrían espantados.

El Nazareno de San Pablo es una emblemática imagen de Cristo cargando la cruz, tallada en madera, que data del siglo XVII. Cada Miércoles Santo es llevado en hombros por las calles del centro de Caracas.

“Hay gente fanatizada por el clima de violencia y por un discurso de odio permanente”, dijo el cardenal Baltazar Porras al condenar los hechos.

Porras culpó al Gobierno de atizar el fuego con “discursos guerreristas en días que deberían ser de paz y tranquilidad”.

La crispación se manifestó igualmente en San Cristóbal (frontera con Colombia). La fachada de su catedral amaneció ayer con la frase “Muerte a los curas” pintada en rojo, denunció la diócesis local.

Los incidentes se producen en momentos de alta tensión por las manifestaciones que la oposición inició en todo el país bolivariano el pasado 1 de abril y que han derivado en fuertes disturbios, con un saldo oficial de al menos cuatro muertos, decenas de heridos y más de un centenar de arrestos.

El presidente Nicolás Maduro, que declaró feriado toda la Semana Santa en el sector público, asegura que las protestas buscan generar violencia para darle un “golpe de Estado”.

Según el mandatario, la jerarquía católica venezolana es un “actor político”, diferenciándola del papa Francisco, a quien evoca continuamente para que la oposición acepte retomar un diálogo del que se retiró en diciembre pasado y en el que mediaba el Vaticano.

La MUD planea manifestaciones vinculadas a las festividades religiosas, mientras prepara lo que según dice será “la mamá de todas las marchas” contra Maduro el próximo miércoles, cuando el chavismo también saldrá a la calle.