Pruebas de anticuerpos, cada vez menos útiles y justificadas ante la COVID-19
El alto costo y demora de las PCR las volvió una opción en el inicio de la pandemia. Pero ahora las pruebas específicas se han vuelto más accesibles.
El tope impuesto a su precio y la creciente disponibilidad de las pruebas RT-PCR, las únicas que detectan el virus causante de la COVID-19 en pacientes sintomáticos o asintomáticos, vuelve cada vez menos justificado el uso con un propósito similar del test de anticuerpos, según coinciden médicos especializados y representantes de laboratorios consultados por este Diario.
El año pasado, sobre todo a inicios de la pandemia, la elevada tarifa (llegaron a bordear los 300 dólares), la escasa oferta frente a una desbordante demanda; y el excesivo tiempo que tardaban los resultados de las PCR (hasta una semana), llevaba a la mayoría de usuarios que sospechaba de padecer o convalecer de COVID-19, a hacerse una prueba de anticuerpos como alternativa.
En algunos informes, e inclusive, en los primeros reportes oficiales de casos positivos de la enfermedad en el país, se consideraron estas pruebas. Pero pronto médicos especialistas advirtieron que no se podía considerar la presencia de anticuerpos como confirmación de la presencia del virus. Estas no son pruebas diagnósticas.
De allí que, en los meses siguientes, se empezó a recomendar, a quienes obtenían un resultado positivo en el test de anticuerpos, una PCR específica para confirmar COVID-19.
Es decir, una doble prueba, lo que implicaba también la duplicación de los costos para los usuarios. Y más aún, cuando se trataba de diagnosticar a varios integrantes de una familia.
Sin embargo, a pesar de los reparos a su uso con fines diagnósticos, la notoria diferencia en los precios con las PCR seguía justificando su uso.
Pero el 20 de abril pasado, el Ministerio de Salud Pública anunció que la tarifa de la prueba RT-PCR (hisopado nasofaríngeo) tendrá un costo máximo de $ 45,08 en todo el país.
Si bien para muchas personas el precio aún es alto (es más del 10 % del salario básico unificado), es más cercano al de las pruebas de antígenos y de anticuerpos. Por ello, médicos especialistas recomiendan que, de ser posible, se opte directamente por esta prueba.
“Es mejor realizarse PCR o antígenos porque diagnostican la presencia del virus. Las de anticuerpos no ayudan a observarse si está cursando por la infección y tampoco si puede contagiar a otras personas”, enfatiza la doctora y epidemióloga Andrea Gómez Ayora.
“Si hay la sospecha de contagio, debe aislarse y esperar cinco días para realizarse una prueba RT-PCR, la única que diagnostica la presencia del virus”, coincide Santiago Aguirre, gerente de Synlab. Este es un laboratorio médico privado que dice procesar 2.500 pruebas diarias entre PCR y anticuerpos, en sus locales situados en tres ciudades del país.
“Siempre es recomendable como primera alternativa una PCR. En el caso de que no haya disponibilidad, se podría emplear la prueba de antígeno. Sin embargo, esta es solo recomendable en pacientes con síntomas, en el caso de asintomáticos hay el riesgo de falsos negativos”, matiza el jefe del Laboratorio del Hospital Luis Vernaza, Fred Luzuriaga.
Este laboratorio ha procesado 52.687 pruebas en los cuatro primeros meses de 2021.
Luzuriaga acota que, hasta hace poco, se sugería el uso de pruebas cuantitativas para la medición de anticuerpos IgM & IgG contra SARS COV 2 para descartar una infección en curso y/o para conocer si un paciente infectado había desarrollado inmunidad contra el virus. “Pero actualmente ya no es recomendable”, reitera.
PCR Y ANTÍGENOS, DIFERENCIAS
n Las pruebas de antígenos y PCR tienen diferencias en la sensibilidad para detectar la enfermedad, explica la doctora Andrea Gómez, quien recomienda la PCR o “prueba reina” para COVID-19. La sensibilidad de la de antígenos es del 80 %, lo que es aceptable. En cambio, sus resultados tardan menos tiempo.
COMO COMPLEMENTO O SEGUIMIENTO
n Una prueba de anticuerpos a pacientes que han pasado la COVID-19 permite conocer su estado de inmunización. La prueba de anticuerpos anti-Spike permite evaluar la eficacia de la vacunación y su persistencia individual y poblacional, para un seguimiento clínico y epidemiológico, dice Santiago Aguirre.
