Tanto perros como gatos sufren los azotes del calor, muchas veces más allá de lo que podrían soportar.

Asi puedes proteger a tu mascota del calor

Las altas temperaturas que se sienten en esta época del año en Guayaquil afectan no solo a las personas sino también a los animales. Las mascotas pueden llegar a padecer de muchos inconvenientes cuando están expuestos al calor.

Las altas temperaturas que se sienten en esta época del año en Guayaquil afectan no solo a las personas sino también a los animales. Las mascotas pueden llegar a padecer de muchos inconvenientes cuando están expuestos al calor.

Tanto perros como gatos sufren los azotes del calor, muchas veces más allá de lo que podrían soportar; la cantidad de pelo de las mascotas influye en este proceso.

Según la veterinaria guayaquileña Daniela Moreno, los más afectados son los carrochos porque son pequeños y no tienen completamente desarrolladas algunas características para poder respirar como los animales adultos. También necesitan mayor cuidado los braquicéfalos (perros con nariz y hocico pequeño), que —al enfrentarse con altas temperaturas— no pueden oxigenar su cuerpo.

La experta recomienda sacarlos a pasear entre 6:00 y 9:00, por las mañanas, y de 18:00 en adelante. Asimismo es importante —dice Moreno— ofrecerles agua luego de unos 5 minutos del retorno a casa. Los gatos, al igual que los perros, deben tener acceso a agua fresca y limpia a lo largo del día.

Otra recomendación —añade Moreno— es estar al día con las vacunas, pues ellos las necesitan tanto como sus dueños. Una mascota vacunada podrá prevenir enfermedades, virus y posibles deshidrataciones.

Otras precauciones ante el calor

La The Humane Society of the United States ofrece en su sitio web algunas de las cosas que deben seguir los amos de mascotas para cuidarlas de las altas temperaturas, entre ellas:

-Nunca dejarlos solos en un carro estacionado y cerrado.

-Cuidar la humedad de su entorno.

-No confiar en los ventiladores, pues para ellos no funcionan igual que para los humanos.

-Bañarlos cada vez que sea necesario.