La puerta para ser contralor es mucho más ancha que las otras
Para postular se requiere solo tres requisitos básicos. La Constitución, a diferencia de otras autoridades, no establece condiciones para esta dignidad
Cualquiera puede ser candidato a contralor general del Estado... literalmente cualquiera. El reglamento para el concurso de méritos y oposición para la selección de la primera autoridad de la Contraloría General del Estado establece tres requisitos básicos que debe cumplir quien postule a ser el futuro auditor del dinero público: ser mayor de 18 años, ser ecuatoriano o ecuatoriana, y estar en goce de los derechos políticos. Más allá de las prohibiciones e inhabilidades de ley, eso es todo.
El concurso para elegir al nuevo contralor no es tan ciudadano como se pinta
Leer másEs una puerta abierta lo bastante ancha que al menos llama la atención. “Hay casos, como el de los superintendentes, que la Constitución no determina requisitos, pero el artículo 213 de la Constitución dice que la ley los determinará. En el caso del contralor, lamentablemente, ni eso. Llama totalmente la atención”, concluye el jurista Mauricio Alarcón, director de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo.
Para entender un poco esta discrecionalidad con la que se estableció requisitos un tanto estrictos para unos y blandos para otros hay que ir al origen: la Constitución. La Asamblea Constituyente del 2008 establece expresamente requisitos básicos que deben cumplir quienes quieran aspirar a determinadas dignidades. Por ejemplo, para aspirar a defensor público y fiscal general se debe ser ecuatoriano, estar en goce de los derechos políticos, tener título de tercer nivel en Derecho y haber ejercido con idoneidad y probidad notoria la profesión de abogado, la judicatura o la docencia universitaria por un lapso mínimo de 10 años. Mientras que para ser defensor del Pueblo debe cumplir las mismas condiciones y adicionalmente acreditar amplia trayectoria en la defensa de los derechos humanos. Sin embargo, para ser contralor no establece requisitos básicos.
No sé si se le olvidó (a la Asamblea Constituyente) o si convenientemente fue excluido de la Constitución... En el caso de la Contraloría se aplica un requisito básico.
El exasambleísta constituyente y miembro de la mesa de Estructura del Estado de la Asamblea de Montecristi, Leonardo Viteri, concluye que se lo hizo a propósito. “Eso lo hicieron a ex profeso. Es decir, el día de mañana ellos podrían poner a un bachiller de la República sin experiencia. Dígame. ¿Por qué no? Eso (no incluir requisitos) lo hicieron a ex profeso”.
Todo lo hicieron a propósito. Artículo por artículo. Si desmenuza los 444 artículos están hechos para favorecer el presidencialismo, el centralismo y el acaparamiento de poderes.
Tratando de interpretar al constituyente, el jurista y exlegislador Henry Cucalón asume que lo que quiso hacer la Asamblea Constituyente es que exista una mayor participación ciudadana. La lógica, continúa, es que dentro del concurso los participantes devenguen sus títulos en las pruebas. “De qué sirve que la Constitución le ponga como requisito para participar para contralor, ser profesional de tercer nivel, si en el concurso saca 8 sobre 100. Que sea abierto y que cualquiera que sea su afinidad CPA, economista, abogado o señor pueda participar. Asumo que va por esa línea para no caer en la discriminación”.
Yendo de la interpretación a la práctica, Cucalón cree que abrir mucho la puerta para el concurso puede ser algo complejo. A la que se suma un factor: la falta de confianza en los procesos. “Más allá de los requisitos, el ejercicio que deben dar estas autoridades (del Consejo de Participación Ciudadana) no le da legitimidad a las actuaciones”.
Puedes tener muchos títulos y no devengarlos en el concurso o sin maestrías, pero con carrera en la Contraloría y hacer un excelente examen porque sabes la diferencia entre glosa y glucosa.
Más o menos requisitos, esto tiene un impacto. El constitucionalista André Benavides concluye que abrir mucho la puerta conlleva un riesgo porque quien debería ocupar el cargo es una persona preparada. “No me sorprendería que mañana se nombre como contralor a una persona con título de Gastronomía. Eso deja un amplio margen de discrecionalidad”, acota el jurista quien además cree que abrir el abanico a los postulantes puede acarrear pérdida de tiempo y de recursos en la revisión de carpetas de postulantes que pueden no tener ninguna opción de aspirar al cargo. Atravesar la puerta es solo un primer filtro.
Si el cargo lo va a ocupar una persona con un perfil determinado, su gestión podría ser positiva. Pero tener un perfil y por más que tenga doctorado no es garantía de una buena gestión.