Puerto Engabao: El baño de la cruz nació en una crisis del fenómeno de El Niño
En el mar se ponen las 14 estaciones del vía crucis con imágenes
Unos mil pescadores con sus familias y unas doscientas embarcaciones de las 500 que hay en el Puerto de Engabao, comuna de Playas, recordaron el Viernes Santo con una procesión y viacrucis marítimo, que culminó con el baño de la cruz a una milla dentro de aguas abiertas en el mar.
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Leer másSilvio Tomalá, de 65 años, recuerda que esta procesión nació de una crisis que atravesaron los pescadores de Engabao. Era el año de 1982, cuando el fenómeno de El Niño azotaba el país, especialmente en la zona del Litoral. No había pesca, el río de Engabao se desbordó y los dejó aislados del cantón Playas, “estábamos desesperados, no había luz ni agua, y no sabíamos qué hacer”, cuenta Luis José Rodríguez, otro pescador.
En ese entonces en Engabao se celebraba la procesión con apenas seis personas por sus calles de tierra; un día antes dejaban a Cristo acostado en el altar de la capilla de la Virgen de la Dolorosa. Pero el Viernes Santo, de 1982, el Cristo desapareció; lo buscaron y lo encontraron a orillas de la playa bañado por las olas del mar, en Puerto Engabao.
Los pescadores del Puerto confesaron que se habían “robado al Flaco”, para que les haga el milagro, que hizo hace más de 2.000 años, cuando el apóstol san Pedro, que era pescador, tras una noche de faenas de pesca, no pescó nada, pero Jesucristo los mandó a pescar nuevamente, y llenaron las redes de peces.
Si san Pedro tuvo fe, los pescadores de Engabao también la tuvieron; al día siguiente de dejar la cruz en la orilla del mar y, tras de hacer plegarias con la cruz en la playa, la pesca fue abundante, hasta los actuales momentos, relata Tomalá.
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Leer másRosa Orrala, hija de pescadores y estudiante de Turismo, dice que desde que sucedió este episodio, nació la tradición de las procesiones marítimas, que ya llevan 41 años; pero de esta historia de fe, en Viernes Santo, nació otra: en el primer vía crucis en el mar, donde se hacen las 14 estaciones, también nació el baño de la cruz. Para que la cruz se sumerja le pusieron una piedra, pero seguía flotando; entonces los pescadores se lanzaron al agua para subirla a la panga.
Desde entonces, ponen al Cristo en el agua sostenida por los brazos de los pescadores; mientras otros se tiran al mar para en medio de las olas agradecerle y pedirle abundante pesca y protección de los piratas del mar.