Puerto López clama por seguridad y justicia, ante asesinato de jóvenes

Fue uno de los viernes más tristes para Puerto López, cantón costero del sur de Manabí. El cielo fue cómplice de la tristeza. Una sorpresiva lluvia mojó las calles y se mezcló con las lágrimas de una multitud que lloraba la partida de cuatro jóvenes.

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Ellos fueron asesinados brutalmente tras ser secuestrados el pasado sábado 3 de agosto. Sus cuerpos fueron hallados sin vida y con rastros de haber sido acribillados cuatro días después de la desaparición cerca del puente de ingreso de la comunidad La Curia, al norte de la provincia de Santa Elena.

Las muertes violentas de María José Quinteros Pérez, Kiarine Valeska Peña Catagua, Israel Reyes y Kevin Antonio Mero O’brien han sido una puñalada al corazón de los lopences. Desde la llegada de los cuerpos al cantón, la noche del jueves 8 de agosto, los lugareños se volcaron a las calles para darles una sentida despedida y a reclamar más seguridad a las autoridades.

El aguacero no fue impedimento para que los allegados de las víctimas salieran en motocicletas, carros o caminen junto a los féretros. La tristeza no se podía ocultar detrás de las gafas. Algunos llevaron globos blancos y otros cargaban fotografías de las víctimas para honrar su memora.

Música y llanto

Una de las escenas más conmovedoras fue la de una joven que sostenía una imagen de Valeska Peña Catagua mientras iba en la parte trasera de una camioneta. Lloraba desconsolada. Besaba la foto. Se notaba su dolor.

Muchos alzaban botellas de Wiskhy, cerveza y hasta currincho. Trataban de embriagar un dolor profundo que los agobiaba. Por su fuera poco colocaban canciones nostálgicas como Nadie es eterno en el mundo, lo que provocaba más llanto. Otros temas como Flor Pálida del salsero Marc Anthony y Sin decir Adiós del colombiano Alzate, se escuchaban por altoparlantes mientras los féretros hacían su paso por el malecón.

A las 12h00 del 9 de agosto, los cadáveres fueron trasladados hasta el cementerio de Puerto López. Una multitud acompañó hasta la última morada a los cuatro jóvenes y a sus familias. En medio de todo, los lugareños pedían justicia y que se esclarezca este hecho que ha dejado inundado de dolor a varias familias.

“En menos de un año y medio nos han arrebatado la paz. Primero fue a nuestro querido Omar Menéndez que fue asesinado un día antes de las elecciones, luego a varias personas de la población. Queremos paz, queremos tranquilidad”, comentaba una lugareña que prefirió el anonimato.

Amarillo hasta la tumba

Uno de los escenarios donde las emociones se hicieron sentir fue la vivienda donde velaban el cuerpo de Kevin Mero. Varias camisetas de Barcelona Sporting Club cubrían su féretro y una fotografía de él con la vestimenta del equipo de sus amores llamaba la atención.

Él era un integrante de la barra brava del equipo torero, la famosa Sur Oscura, del cantón de Puerto López. Varios de sus compañeros de las gradas flamearon banderas y hacían cánticos alusivos a la institución amarilla, recordando la pasión con la que Kevin acudía a los estadios a apoyar al cuadro canario y el grado de amistad que hizo con varios de sus amigos.

En el velorio de Valeska Catagua se observó varias imágenes de la joven de 20 años rodeando el féretro. Lo mismo sucedió en la velación de Israel Paredes Reyes y María José Quintero, esta última de nacionalidad colombiana.

La Policía continúa investigando el caso y todavía no dan con el paradero de los criminales. El coronel Jimmy Hernández informó que las víctimas estaban dentro de fundas plásticas y descartó que alguna de ellas estaba desmembrada.  

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