Avances. Una empresa especializada en cimientos trabaja en el nuevo espacio turístico de Puerto Santa Ana.

Puerto Santa Ana espera por su muelle

El Malecón 2000. Es una de las obras más grandes de Guayaquil y considerada modelo a nivel mundial. Declarado ‘espacio público saludable’ por la OPS/OMS. El atracadero de Puerto Santa Ana estará ubicado a la altura del edificio The Point. El presupuest

La construcción sufre una grave recesión en nuestro país. Sin embargo, en las riberas del Guayas las enormes grúas sobre gabarras siguen siendo una especie de faros que iluminan y empujan el desarrollo de Guayaquil.

La construcción de nuevas plataformas de concreto en la parte norte del malecón y de Puerto Santa Ana avanza de forma acelerada con el fin de montar luego sobre ellas nuevos centros de diversión y servicios para los guayaquileños y visitantes.

En el primer caso, una gran noria de 50 metros de altura será el mayor atractivo del nuevo sitio de esparcimiento. La obra está muy avanzada y solo faltan ciertos trabajos antes de instalar la rueda moscovita.

En el sector de Puerto Santa Ana acaba de concluir la hincada de pilotes de gran profundidad, para dar paso a la instalación de las losas que completarán el nuevo espacio.

Allí la Fundación Municipal Guayaquil Siglo XXI construye un muelle de unos 370 metros cuadrados. El proyecto comprende una rampa para las embarcaciones menores, deportivas y de turismo, además de una marina. Se tiene prevista la realización de actividades náuticas en ese lugar que combina paisajes naturales con arquitectura moderna.

Las obras de la fundación concluirán en un mes aproximadamente con una especie de faro que se va a instalar en el lugar. “El resto se va a concesionar a una empresa como Juan Valdez, McDonald, Sweet & Coffee o cualquier otra, que esté dispuesta a invertir en ese lugar y montar sus propias dependencias”, dijo a EXPRESO Wilfrido Matamoros, gerente general de la fundación.

La idea del alcalde Jaime Nebot es que alguien concesione eso y que dé servicios a la comunidad, precisó Matamoros.

El Municipio busca con esta obra generar un impacto económico y turístico en Puerto Santa Ana, un sitio donde hay edificaciones empresariales, museos, bares y hoteles.

En esa zona la gente tendrá un contacto más pleno con el río, pues la nueva marina servirá para el amarre de embarcaciones deportivas y de recreo.

Representantes de gremios productivos, como Holbach Muñetón, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo, han visto en Puerto Santa uno de los sitios más atractivos de la urbe. Muñetón piensa que con el muelle lo será más. “Esto era un recurso natural, pero hubo que transformarlo en un producto turístico. Lo mismo ocurrió con el malecón, que era un recurso que antes del 2000 era terrible y hoy es una zona muy atractiva de la ciudad y el país”.