En Puerto Santa Ana el problema es el parqueo
Multas. Cerca de 200 vehículos son multados por día, estas son equivalentes al 15 % del salario básico.
Gina Zevallos quiso llevar a sus primos, que visitaban la ciudad, a cenar comida típica con vista al río Guayas. Fueron a Puerto Santa Ana para comer en Mami-T. Pero primero debieron pasar 45 minutos dando vueltas, buscando parqueo, para finalmente quedarse en una zona a cinco cuadras del Puerto. Para Gina pesó más en su decisión de quedarse el llevar a sus familiares a un lugar con buen ambiente, pero de no haber sido así se hubiera ido a los diez minutos sin pensarlo dos veces.
Si bien el Puerto Santa Ana está renovándose como espacio económico y turístico, la zona sigue careciendo de un factor importante para consolidarse en su crecimiento: suficientes espacios de parqueo.
No hay cifras oficiales de la afluencia de visitantes al Puerto Santa Ana. Pero Mauro Pérez, presidente de la Comisión Ejecutiva de la Fundación Guayaquil Siglo XXI, estima que alrededor del 20 % de los visitantes del Malecón 2000 acuden también a este sector.
Y según cifras oficiales, los visitantes del malecón se aproximan a los 1,5 millones.
Esto es, aproximadamente 300.000 visitantes al mes, 75.000 a la semana. Es un número que, si bien se trata de personas con o sin transporte particular, contrasta con los 295 espacios que tiene el parqueo público del Puerto.
Las quejas principales por parte de los visitantes son la carencia de espacios públicos y los altos precios de los parquímetros instalados para 221 espacios, los cuales cobran 25 centavos por cada 15 minutos.
La oficina de Parqueo Positivo estima que ponen alrededor de 200 multas por día solo en el sector que está bajo su supervisión en el Puerto.
Para los trabajadores y residentes del lugar, Parqueo Positivo dice tener ofertas especiales. Ambas consisten en alquileres mensuales de $ 57 y $ 78,40, respectivamente, para parquearse en cualquier lugar entre las horas de oficina (de 08:00 a 17:00) u horas de la madrugada (de 18:00 a 8:00). En las demás horas, tienen que pagar como los demás.
Sin embargo, los problemas persisten para ambos grupos. Gabriela Villavicencio, quien trabaja en Olé Restaurante, señala que son multados debido a que no hay zonas designadas para los camiones que traen sus productos, y se ven obligados a recibirlos en los parqueos públicos.
Mientras José Macías, administrador de Mami-T, indica que cuando hay grupos numerosos de comensales que vienen en varios vehículos, el tiempo de espera dificulta la organización efectiva de los espacios en su local. Esta situación se replica con aquellos comercios que aceptan reservas a horas concretas, pero cuyos clientes se demoran en parquearse.
Con respecto al parqueo para residentes, la proporción entre el número de departamentos por residencia y el número de espacios asignados es llamativa. Los edificios Riverfront y el Hotel Wyndham comparten una zona de parqueo subterráneo, pero tienen espacios asignados que son alquilados a los residentes de los condominios mediante una alícuota extra.
Riverfront I posee 36 espacios para 144 departamentos, y Riverfront II, 35 espacios para 135 departamentos. Para ambos, la capacidad de parqueo corresponde al 25 % del total de sus departamentos. Los residentes que no estacionan sus autos dentro de los edificios, los dejan afuera o en zonas alejadas, cuando no hay parqueo a las horas pico de visita.
Mauro Pérez comenta que hay planes para la construcción de edificios con aproximadamente 1.000 espacios de parqueo mediante la inversión privada. Pero este plan aún no tiene fecha. Por el momento, el parqueo en Puerto Santa Ana seguirá escaso. IGM