Pugna Ejecutivo-Legislativo: Dos hechos explican seguidilla de 8 vetos totales
Las objeciones se han producido casi una vez al mes El año electoral pesa en el enfrentamiento
El pulso de la disputa entre Ejecutivo y Legislativo no solamente está en la Ley Antipillos. Otro factor que evidencia el quiebre es el veto total de Daniel Noboa a leyes aprobadas en la Asamblea desde mayo pasado.
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Durante los ocho últimos meses, el primer mandatario ha objetado totalmente ocho proyectos. Las temáticas han sido diversas. Pero todo empezó en mayo, cuando Noboa anunció el veto de las reformas al Código Orgánico de la Función Judicial.
La última ley que vetó totalmente el presidente fue la de apoyo a la lactancia materna. “Se han identificado inconsistencias y contradicciones en el texto que afectan la coherencia interna”, informó la Presidencia el 4 de diciembre pasado.
Sin embargo, hay dos hechos que coinciden con los vetos: la vigencia de la enmienda que bajó el número de votos necesarios para que la Asamblea se ratifique en lo que aprueba y las elecciones 2025.
Dos días después de que Noboa vetó las reformas a la Ley de la Función Judicial, el 28 de octubre pasado, en la Asamblea se aprobó la enmienda constitucional. Esta permitía al Legislativo ratificarse con menos votos en lo que aprobó después de un veto parcial del Ejecutivo.
Para ratificarse la Asamblea requería 92 votos, lo cual, en un Parlamento sin claras mayorías, se volvía imposible. Ahora solo se requieren 70 voluntades.
El exasambleísta Héctor Muñoz, quien impulso la enmienda, dijo que el espíritu era buscar un equilibrio entre ambos poderes.
Para legisladores de las bancadas correísta, del Partido Social Cristiano (PSC) y de Construye, los vetos totales tienen que ver con el año electoral y el que Noboa haya elegido a la Asamblea como uno de sus detractores.
La lectura al interior de la Asamblea
Otto Vera, asambleísta del PSC, indicó que la antesala de los comicios del 2025 genera la pugna. “El presidente ha tomado acciones con las que trata de demostrar que él hace lo correcto y nosotros no”. Para él, la confrontación habría sido la misma con o sin la aprobación de la enmienda constitucional.
Franklin Samaniego (RC) mencionó que las leyes no son de la Asamblea. En su elaboración participan grupos organizados, la sociedad civil e incluso el mismo Ejecutivo, manifestó.
Jorge Peñafiel, de Construye, apuntó que a Noboa no le gusta que las leyes sean promovidas por la Asamblea, en lugar de por el Ejecutivo.
El legislador Ramiro Vela destacó otro factor: las leyes se hacen sin un diálogo entre el Ejecutivo y Legislativo. En ese escenario, Noboa ha optado por el veto total porque algunas de ellas son inaplicables, pues, según Vela, cargan de acciones y asignaciones al Ejecutivo.
Sin embargo, las leyes rechazadas no terminan con el veto total. Estas pueden ser tratadas un año después del veto y el Legislativo puede ratificarse.
Por eso, para Muñoz se requiere de una enmienda más amplia. El objetivo sería la imposibilidad de un veto total en caso de que las leyes se aprueben por unanimidad del Pleno.
Según Vera, el escenario no cambiará, al menos, durante el resto del periodo de la actual Asamblea y el Ejecutivo. Todo dependerá de la conformación del Ejecutivo y el Legislativo en el 2025.
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