ROGATIVA NIÑO DE ISINCHE
La imagen del niño del Isinche recorrió varios lugares, en las plegarias se pedía que lleguen las lluvias.GLORIA TACO

Pujilenses realizaron rogativa al niño de Isinche para que llueva

Desde hace tres meses no tienen agua y los racionamientos de agua potable son permanente

La comunidad de Pujilí en la provincia de Cotopaxi, los habitantes se congregaron en una rogativa para pedir la llegada de lluvias. La actividad, realizada en el barrio Isinche Grande donde se adora al Niño de Isinche, reunió a familias de varios barrios, quienes buscan soluciones espirituales ante una sequía que ya supera los tres meses y afecta gravemente a la agricultura, la ganadería y el acceso al agua potable.

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Rafael Velázquez, residente del barrio La Gloria, compartió cómo las rogativas eran una práctica común en el pasado para enfrentar periodos de sequía. “Antes, con nuestros mayores, salíamos a pedir lluvia cuando no llovía. Hoy hemos retomado esta costumbre, pidiendo al Niño Jesús que nos ayude, no solo por nuestras necesidades materiales, sino también espirituales”, comentó.

La comunidad, profundamente afectada por la falta de agua, reconoce que la sequía ha generado discusiones por el acceso a este recurso. Según Velázquez, el agua es esencial para el sustento de los campesinos. “Nuestros animalitos ya no tienen qué comer, y los precios están bajos porque no hay cómo mantenerlos. La hierba es cara y escasa por la falta de lluvias”, lamentó.

La unidad de los barrios ante la adversidad

Martha Guano habitante de Pujilí explicó que la rogativa inició en las calles del barrio Isinche Grande y se extendió a otros barrios como Jesús de Nazaret, San Juan, La Gloria y Zumaló. “Todos nos unimos en este clamor para pedir las ‘agüitas del cielo’”, señaló.

Guano subrayó la importancia de la tradición como una forma de reflexionar sobre el cuidado de la naturaleza. “Esto nos enseña que debemos ser guardianes de nuestro entorno. La Pachamama está enojada porque la hemos tratado mal. Debemos sembrar más árboles y proteger lo que nos queda”, afirma.

Laura Vázquez, residente de Pujilí, destacó que la falta de lluvias impacta a todos. “No tenemos agua suficiente para el consumo humano ni para la agricultura. Pedimos a Dios y al Niño Jesús que nos bendigan con lluvia”, enfatizó.

ROGATIVA NIÑO DE ISINCHE 1
Los habitantes de Pujilí piden que llueva para que se mejore el abastecimiento de agua.GLORIA TACO

Un llamado a la acción conjunta

Rafael Borja, otro habitante, indicó que la rogativa fue posible gracias a la autorización del dueño de la hacienda para utilizar la imagen del niño Manuelito de Isinche. La comunidad confía en que la fe y la unidad lograrán un cambio positivo, instando además a las autoridades y a todos los vecinos a tomar acciones concretas para proteger el medio ambiente. (GT)

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