Ante la delincuencia, la ciudadanía invierte en cámaras
No reducen los robos, pero ponen en evidencia a los ladrones. Ciudadanía invierte en aparatos electrónicos. Los asaltos a domicilios lideran en Quito.
“Ya no sabemos qué hacer para protegernos”. Antes, las cámaras de videovigilancia eran de uso exclusivo en entidades bancarias o centros comerciales para resguardarse ante la delincuencia. En una vivienda no era usual. Sin embargo, desde hace no más de seis años se ha venido normalizando ver un dispositivo de estos en los domicilios. ¿La razón? La ola delictiva que acecha cada barrio, urbanización o departamento.
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Leer másEn el cantón Durán, en la provincia del Guayas, los robos ocurren a diario. De hecho, a los ladrones ya no les importa si son visto delinquiendo a cualquier hora del día. Scarlet Pacheco, quien vive en la Primavera 2, cuenta a este Diario que los delincuentes y ‘hacheros’ se trepan las paredes y techos vecinos para ingresar a las viviendas. En su caso, eso lo vivía frecuentemente durante la semana.
Las más modernas funcionan con aplicaciones que se instalan en los teléfonos inteligentes y se conectan al dispositivo a través de una red wifi. Se alimentan con energía eléctrica.
“Un día me cansé de que se metieran y no saber quiénes eran. Me fui donde los chinitos y compré una cámara de 360 grados que funciona con wifi y tiene hasta altavoz. Como suelo viajar mucho, siempre veo qué pasa en las afueras de mi casa a través de mi celular y cuando es de generar alerta les grito a estos desocupados”, cuenta esta ciudadana.
El uso de cámaras de seguridad no evitará los robos en su totalidad, pero sí permite “evidenciar al autor de estos delitos y prevenir a la comunidad, para que no se sigan cometiendo actos ilícitos”, explica el gendarme Allan Salazar.
Como suelo viajar mucho por trabajo, siempre veo qué pasa en las afueras de mi casa a través de mi celular. Y cuando es de generar alerta, les grito a estos desocupados.
Según cifras de la Policía Nacional, hasta el pasado 22 de abril a escala nacional se registraron 2.484 robos a domicilios, 68 menos que en el mismo periodo del año 2021. La mayor cantidad de estos actos delincuenciales se registran en el Distrito Metropolitano de Quito y en el de Guayaquil.
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Leer másMelissa Herrera es moradora del sector La Gasca, centro-norte de la capital. Manifiesta que instaló una cámara tiempo después del confinamiento, porque comenzaron a escuchar ruidos y a un hombre que ingresó hasta el garaje. “Las mandamos a comprar a EE. UU., porque allá estos aparatos son más económicos. Pusimos cuatro. Desde que las pusimos no se han metido a la casa, pero sí hemos captado robos en la calle y desde autos”, revela.
En el mercado hay una gran gama de cámaras de videovigilancia, de acuerdo con su tamaño, capacidad, resolución, etc. Sin embargo, en la actualidad la ciudadanía se inclina por las que son de fácil instalación, permiten monitorear el área desde el celular y, por supuesto, son más económicas, explica Herman Alarcón, experto en sistemas electrónicos.
Emilia Llanos, quien habita en el sector de Conocoto, consiguió una cámara en 17 dólares y la instaló en su dormitorio. Desde su celular monitorea las actividades de sus mascotas.