La rebusca en los escombros para lograr subsistir
Desde Canadá. El Gobierno entregará 1’100.000 dólares para la atención de los afectados, a través de cuatro instituciones: Cruz Roja, Care Canada, la OPS y el Fondo Canadiense.
Miles de ecuatorianos clamaban ayer por agua, medicinas y comida, cinco días después de que el peor terremoto en casi 70 años los dejara a la deriva tras azotar al país, matando a 577 personas.
El Gobierno de Rafael Correa dijo que no se trata de falta de ayuda, sino de fallas en la distribución de las abundantes provisiones y prometió solucionar el problema pronto. Pero mientras tanto, en la ciudad de Pedernales, casi totalmente destruida por el sismo de magnitud 7,8, la mayoría se quejaba por la falta de atención.
Los habitantes de los barrios 2 de Agosto, San Pedro, Las Cumbres, calle 8 y avenida 8, Santa Martha y Las Acacias, de Manta, también claman por alimentos y fármacos.
“Mi hija está enfermando porque dormimos en la tierra. Aquí hay 50 casas por desplomarse y aún la ayuda no llega”, dijo Angie Suárez, quien pide por todos sus vecinos.
Mientras esperan la asistencia, algunos habitantes del puerto manabita buscan formas para obtener dinero y comprar comida.
Ayer, en la vía Puerto-Aeropuerto, cerca de la zona devastada de la parroquia Tarqui, donde se desplomaron 20 edificios, decenas de personas hurgan entre el desalojo de los escombros que estaba haciéndose en ese lugar. Buscan cualquier cosa que les sirva para subsistir en estos momentos difíciles.
“Buscamos hierro, algo de valor para poder vender y después de eso comprar alimentos o agua. Aquí hay mucho que rescatar y esto nos ayudará a mitigar el hambre por unos días, porque la ayuda nos ha llegado solo a medias”, indicó Lorenzo Delgado, uno de los damnificados de la zona de la avenida 4 de Noviembre. El hombre perdió su vivienda y se ha establecido en una zona alta de Manta.
Los policías apostados en el lugar permiten que esas personas busquen algo de valor que les permita subsistir.
“Realmente es algo muy desesperante ver esto, que busquen entre la basura para que puedan sobrevivir. Pero hay que tener mucho cuidado, ya que podrían estar atentando contra su salud, ya que estos escombros vienen trayendo material contaminado”, manifestó Julio Roca, quien es teniente y paramédico de Cuerpo de Bomberos de Manta.
Todos meten manos y hasta colchones se han encontrado. Algunos han llevado vehículos para poder trasladar el hierro, en gran parte vestimentas y otro material que les sirva en sus noches de frío. HLV/agencias