La recolección de basura en Quito está a las puertas de un colapso
Los recolectores de la empresa municipal trabajan solo al 63 % de su capacidad. En varios sectores periféricos se recoge basura en camionetas
El modelo no da más y dejará de ser sostenible pronto. La recolección de basura en Quito pasa uno de sus momentos más complejos debido a la falta de una flota totalmente operativa. Actualmente, la Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo) opera solo con el 63 % de su transporte.
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Leer másEn otras palabras, un poco menos de la mitad de los 260 recolectores de la capital no está funcionando, aunque el consumo de la ciudad sigue creciendo y la generación de desperdicios no ha parado.
La situación ha obligado a que la recolección se haga con jornadas más extensas y que, en algunos casos, camionetas pasen por los barrios para el retiro de fundas de basura.
Denuncias ciudadanas llegaron hasta EXPRESO señalando que en barrios y ciudadelas periféricas de la capital se usan camiones o camionetas para retirar la basura que se acumula a diario. Hasta la zona urbana y comercial de Quito, sin embargo, no llegan esos transportes. Por ahí solo circulan los recolectores grandes, limpios y que tienen logotipos de la administración del alcalde Jorge Yunda como decoración.
¿Por qué el tratamiento diferente? Yolanda Gaete, gerenta general de Emaseo, explica que el trasbordo de basura es lo adecuado, aunque no luzca bien. No hay suficientes camiones operativos para recorrer todos los barrios de la ciudad y se buscaron alternativas que no dejen a la ciudad sin el servicio.
Además, señala la funcionaria, los quiteños sacan la basura fuera de los horarios establecidos y no respetan las normas de recolección. En los contenedores, por ejemplo, se depositan desechos que no son aptos (materiales de construcción, objetos grandes, entre otros). Por eso, esos basureros están en constante reparación.
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Leer másLa responsabilidad ciudadana, pese a la explicación, es el menor de los males. Lo cierto es que la administración de Emaseo acumula problemas desde la gestión de Mauricio Rodas como alcalde. En 2015 y 2016, asegura Gaete, se hicieron compras de maquinaria y recolectores por más de 22 millones de dólares. Al año, ese equipo presentó problemas porque la transacción se hizo por emergencia y sin contar con los estudios de respaldo.
La contratación de la época generó un conflicto legal con el proveedor Recobaq. Ese proceso judicial sigue en marcha.
La falta de mantenimiento y las compras desordenadas provocaron que los patios y parqueaderos de Emaseo acumulen maquinaria inútil y piezas que se averiaron por falta de uso.
Actualmente, más del 83 % de la flota de la empresa municipal cumplió su vida útil. Gaete reconoció en entrevista con este Diario que el modelo -si no se aplican correctivos- dejará de ser “sostenible en el mediano plazo”.
Entre los correctivos que están en marcha está la reorganización logística y territorial de las rutas de recolección. Según la empresa, ese cambio ayudó a que la ciudad no colapse por falta de limpieza.
También está en carpeta la compra de nuevas unidades de recolección. Ahí, sin embargo, hay dos problemas adicionales: la falta de un acuerdo con el Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop) y la ausencia de recursos.
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Leer másPersonal de Emaseo mantiene reuniones con el Banco de Desarrollo del Ecuador para acceder a un crédito de 3,7 millones de dólares para la compra de 16 vehículos especializados en recolección. Faltarían otros siete millones de dólares para suplir la flota actual y tener un parque automotor totalmente operativo.
El Sercop, en palabras de Gaete, no entiende su situación y ese es otro inconveniente. Se necesita ‘flexibilidad’ para que el ente de contratación permita la importación de recolectores con condiciones especiales. Mediante concurso, justifica la funcionaria municipal, es imposible que haya un proveedor que entregue unidades y garantice el mantenimiento mecánico que debe existir.
Para la concejala Andrea Hidalgo, la situación es más compleja y las cabezas de Emaseo deben asumir sus responsabilidades. Durante una sesión del Concejo Metropolitano de inicios de marzo, Hidalgo aseguró que a la recolección al borde del colapso se suma un constante maltrato al personal de la empresa que no dejó de trabajar incluso en los meses de aislamiento domiciliario.