Daniel Noboa vs. Verónica Abad: La reconciliación se convierte en opción a pugna

Faltan dos meses para que el Consejo Nacional Electoral convoque a los comicios generales de 2025, y menos de 30 días para que se inicien los procesos de democracia interna en las organizaciones políticas. En medio de los nombres que anuncian sus precandidaturas, aún no se responde qué sucederá con Daniel Noboa, quien ha expresado su deseo de postularse a un periodo completo y quien debería solicitar una licencia para hacer campaña y encargar la Presidencia a Verónica Abad, su vicepresidenta, con quien mantiene una evidente ruptura política.

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En su reciente entrevista con Radio Sucre, Noboa fue consultado sobre Abad. El primer mandatario indicó que la vicepresidenta “se irá sola” del cargo. Noboa recordó la investigación por tráfico de influencias conocida como caso Nene, en la que se investiga al hijo de Abad y a un supuesto asesor de ella. Sobre encargarle el mandato, Noboa dijo: “Tomaremos medidas que la Constitución permita. Ahí lo dejo con la intriga”.

Para Medardo Oleas, expresidente del Tribunal Contencioso Electoral (TCE), “legalmente quien reemplaza al presidente es la vicepresidenta”. Sin embargo, indicó que quien asume el encargo no “puede hacer lo que le venga en gana... porque el Estado no puede sufrir los daños que provoque una mala administración”. Esto en referencia a algunas declaraciones de Abad, como aquella en la que aseguró que revisaría el gabinete ministerial.

El analista político César Febres-Cordero sostiene que Noboa se encuentra frente a dos escenarios riesgosos para su proyecto político. El primero, que el mandatario recurra a interpretaciones que intenten justificar no encargar la Presidente a Abad. Esto, a decir de Febres-Cordero, podría enfrentarlo al Tribunal Contencioso Electoral o a la Corte Constitucional, en caso de no pedir licencia, lo cual podría costarle la reelección.

Otro escenario en el panorama presidencial

El segundo escenario, si la segunda mandataria lo reemplaza, podría perjudicar también políticamente a Noboa en el supuesto de que “Verónica Abad use su tiempo en la Presidencia para tratar de hacer el mayor daño posible a Noboa durante la campaña”. Desde lo político, estima el analista, “cualquiera de las opciones para Noboa son peligrosas y lo que tiene que hacer es ponderar cuál es la menos peligrosa”.

En el caso de que Noboa no encargue la Presidencia y continúe en el cargo durante la campaña electoral, Oleas recuerda que la elección podría viciarse, dado que estaría “incumpliendo normas que regulan la administración pública. Además, él (Noboa), al estar utilizando bienes y recursos del Estado, comete una infracción electoral que es sancionada incluso con la pérdida de los derechos políticos”.

Para Oleas, es necesario que Noboa “cambie su confrontación directa (con Abad)... que ella asuma la oficina de la Vicepresidencia y se vaya enterando de todas las cosas”.

Por su parte, Febres-Cordero cree que una reconciliación del binomio es difícil, por “haber mandado (a Abad) al exilio a Israel”, por el caso Nene y por los “interesados en usar a Abad para atacar al Gobierno Nacional de forma velada”, advierte el experto.

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