Aprendizaje. En el colegio José Domingo de Santistevan, los alumnos y maestros desarrollan talleres.

Recuperar clases con tareas tiene diversas interpretaciones

Varios docentes dicen que no se debe recargar de trabajo al alumno. Otros, que hay que reprogramar planificación. Que no se han perdido muchos días.

Los docentes de las unidades educativas fiscales, fiscomisionales, municipales y particulares del régimen Costa, analizan estrategias para cumplir con los tres lineamientos pedagógicos para recuperar los seis días de clases perdidas por las protestas en el país en contra de las medidas económicas del Gobierno.

El Ministerio de Educación ha considerado como compensación las tareas enviadas durante la suspensión de clases (equivaldrá a 2 días), aprendizaje autónomo en casa con refuerzo académico (2 días) y asistencia a clases de dos a tres días más en el segundo quinquemestre, para cumplir los 200 días de clases.

Con el primero y último lineamiento no tienen dudas; pero con el segundo, hay diversas interpretaciones.

Varios docentes consultados por EXPRESO dicen que para cumplir con lo dispuesto no hay necesidad de recargar de tareas al alumno; otros señalan que deberán reprogramar la planificación escolar; mientras que algunos concuerdan en que no hay mayor esfuerzo que hacer, ya que no se han perdido muchos días de asistencia.

Hilario Beltrán, docente de la Unidad Educativa Fiscal Naciones Unidas y presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE), indica que no hay motivo para que estudiantes y padres se preocupen sobre la posibilidad de un ‘paquetazo de tareas a casa’.

“Los docentes tenemos herramientas para reforzar y avanzar en las áreas indispensables (lengua, matemáticas, ciencias naturales y sociales); mientras que las otras asignaturas las podemos abordar con investigaciones y exposiciones dentro del aula, para poder abarcar contenidos que no hayamos visto”, menciona.

Recalca que no hay mucho esfuerzo que hacer respecto a los lineamientos. “No es necesario enviar muchas tareas a casa. Desde el año pasado está prohibido hacerlo por disposición ministerial”, recuerda.

Ricardo Jara, vicerrector de la Academia Naval Almirante Illingworth (ANAI) concuerda en que los días perdidos no son una afectación significativa dentro del proceso. Por eso, ellos reprogramarán su planificación bajando el tiempo de explicación a los temas pocos trascendentales. “Allí entra el trabajo autónomo. El profesor orienta en clases al alumno, de manera rápida, y le enviará un proyecto o investigación que podrá ser evaluado en cualquier momento”, agrega.

Lupe Garay, rectora de la Unidad Educativa Santa Luisa de Marillac, opina lo contrario. Dice que maestros y estudiantes tendrán una mayor carga de trabajo. Los primeros tienen que reprogramar y repensar en las actividades que deben cumplirse; y los segundos, deberán asumir la responsabilidad de más entrega, concentración y tareas, sin llegar a excesos que vayan a saturarlos. “Allí también entra el apoyo de los padres, para controlar que sus hijos hagan las tareas específicas para cumplir con la planificación docente”, manifiesta.

Margarita Beltrán, maestra de una escuela pública, explica que en la planificación semanal, mensual y quinquemestral docente, siempre se deja para imprevistos un porcentaje de los 200 días, dispuestos por la ley. Esto permite hacer frente a tipos de situaciones como las vividas ahora. “No le veo ningún problema para que se tenga que estar buscando alternativas. Antes había paralizaciones más largas y no nos ahogábamos en un vaso con agua; solo reprogramábamos la planificación y listo”, acota.

En cambio, Néstor Astudillo, maestro de un colegio privado, dice que la tarea o investigación que el estudiante realice en su hogar, como parte del aprendizaje autónomo, deberá ser revisada por el docente en horarios fuera de su jornada pedagógica, ya que en el aula se debe avanzar con el aprendizaje de nuevos conocimientos.

Aunque los puntos de vista son diferentes, en lo que sí concuerdan es en que hay que recuperar el tiempo perdido.