Una red de custodios de semillas que echa raíces en 16 provincias
Son más de 120 familias ‘guardianas’ que protegen una herencia milenaria dada de la naturaleza
Hace muchísimos años el maíz nacía de una planta lánguida llamada teocintle, cuyo fruto era una pequeña rama con cuatro diminutos granos. Pero un día nació una rama con seis granos que eran más grandes. Los agricultores de la época tomaron esas semillas y la volvieron a sembrar. Y así, la rama volvía a nacer más grande y con granos más protuberantes y las volvían a sembrar. Paulatinamente y con el pasar de los años, la planta evolucionó hasta convertirse en el maíz que se consume hoy en el país, que lleva un montón de granos en hileras ordenadas y que nace en diferentes versiones por sus colores, sabores y texturas: chulpi, choclo, canguil...
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Leer másEste es solo un ejemplo, ya que todos los alimentos que hoy se consumen en Ecuador fueron seleccionados de la misma manera hace más de 10.000 años por manos campesinas que elegían con determinación y minuciosidad las semillas de más calidad, con el objetivo de tener alimentos más reforzados y una dieta más saludable.
Tuvieron que pasar muchos años para que un grupo de amantes de la naturaleza y las semillas retomaran esta labor milenaria de domesticación de alimentos. Así nació en el año 2002, con seis personas, la Red de Guardianes de Semillas del Ecuador.
“Estaban preocupados porque las semillas del país estaban siendo captadas por intereses corporativos, cuando son una herencia milenaria”, le cuenta a EXPRESO Daniela Borja, una de las voceras de la organización.
En la actualidad, más de 120 familias asentadas en 16 provincias de todas las regiones del país conforman la Red de Guardianes de Semillas y aportan desde sus comunidades con diferentes proyectos.
Ellos, que son campesinos con ideas que impactan en sus zonas, son considerados los guardianes de las semillas. Así, por ejemplo, hay una guardiana que decidió cultivar de manera orgánica en Galápagos, donde la tierra es rocosa; la mujer del páramo que desde que nació fue peona de una hacienda y su anhelo fue crear una casa de semillas y que, sin muchos estudios, investigó y promovió la idea y ahora materializó el sueño. O la familia de guardianes que cultivan de manera orgánica el cacao y que tienen más cacao por hectárea que el promedio de producción nacional y en cada hectárea tienen 2.000 especies diferente de ese fruto.
“Ser guardián es un reconocimiento. Los guardianes deben tener una trayectoria, grandes proyectos”, enfatiza Borja.
El trabajo de los activistas se centra sobre todo en la permacultura y agroecología. La primera para el cuidado de la vida en el campo y la segunda para una agricultura regenerativa y sin químicos.
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Leer másEs así que, por ejemplo, explica la activista ambiental, que además de elegir y preservar semillas, de los objetivos de los guardianes también es cruzar las plantas entre sí. Porque los frutos como los seres humanos necesitan de intercambios de ‘genes’ para mantener la agrobiodiversidad.
Además, estos cultivadores tienen la finalidad de recuperar y conservar un sistema regenerativo de vida (como cuidar que los residuos de los hogares no contaminen otros ambientes como el agua, sino que puedan aportar como abono); también cuidar en cómo se construyen las casas (que se usen los materiales correctos); cuidar la crianza de los animales y por último cuidar al ser humano.
RECIBEN APOYO DE VARIAS OENEGÉS
Si bien la Red nació sin fondos, porque la idea era solo juntar a las personas que tenían esa pasión por las semillas, la vida y el planeta, a medida que más personas se unían a la organización con increíbles proyectos en pro de la naturaleza y los alimentos, varias fundaciones llegaban para apoyarla económicamente.
Con los fondos, los guardianes activan varios procesos, entre ellos está el empoderamiento campesino. Una tarea que consiste en la identificación de poblaciones rurales a las que se les recuerda y enseña, con la práctica, conocimientos como la siembra autónoma sin depender de insumos químicos.
Otro de los proyectos de la Red, financiados por fundaciones, es el sello de garantía agroecológica que se le da a los productores que cumplen los requisitos como cultivar productos sin perjudicar el medio ambiente, para que puedan diferenciarse como tal en el mercado.
Aunque los diferentes proyectos de los guardianes funcionan por separados, una vez al año la Red organiza una asamblea para que los agricultores intercambien ideas, estrategias y objetivos.
La vocera además indica que la Red tiene una plataforma web donde se exponen los conocimientos sobre producción de semillas, plantas alimenticias y otros temas disponibles para los interesados. Además, enfatiza que la organización está presta para conectar a nuevos integrantes y aprendices.
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