Reducen los horarios de cortes de luz: 6 a 7 horas para la semana del 25 de noviembre
El Ministerio de Energía anunció la medida en sus redes sociales
A pocos minutos de que terminara el 22 de noviembre, el Ministerio de Energía informó en sus redes sociales que, debido al incremento en los caudales que abastecen las zonas donde operan las hidroeléctricas, se modificarán los horarios o periodos de los cortes de luz programados.
Aunque la entidad no precisó cuáles de las megainfraestructuras se beneficiaron con el incremento de agua en los embalses, indicó que la medida regirá desde el lunes 25 hasta el jueves 28 de noviembre en todo el país.
"La nueva programación establece racionamientos de 6 a 7 horas", se destacó en el comunicado. Además, se señaló en el documento que los ciudadanos podrán consultar los nuevos horarios a partir de las 07:00 del sábado 23 de noviembre.
📍[COMUNICADO OFICIAL]
— Ministerio de Energía y Minas Ecuador🇪🇨 (@RecNaturalesEC) November 23, 2024
📌A la ciudadanía⤵️ pic.twitter.com/0GSEumJ3wN
La crisis energética en Ecuador
Ecuador atraviesa una crisis energética que ha generado racionamientos de electricidad en todo el país. El fenómeno se atribuye principalmente a la peor sequía en seis décadas, agravada por el cambio climático, que ha reducido significativamente los caudales de los ríos que alimentan las principales hidroeléctricas.
La matriz energética del país depende en más del 70% de la generación hidroeléctrica, lo que ha evidenciado una alta vulnerabilidad frente a fenómenos climáticos extremos.
Centrales clave como Coca Codo Sinclair y Paute Molino operan con restricciones debido a la escasez de agua en los embalses, lo que ha obligado al Gobierno a implementar cortes programados de hasta 14 horas diarias, aunque recientemente se han reducido a entre 6 y 8 horas en algunas zonas.
La falta de diversificación en la matriz energética y los problemas en el mantenimiento de las plantas termoeléctricas han limitado la capacidad del país para responder a la crisis. Mientras tanto, Ecuador ha aumentado las importaciones de energía desde Colombia, medida que, aunque paliativa, incrementa los costos operativos.
El impacto de la crisis eléctrica se ha sentido en todos los niveles, afectando la actividad económica, el sistema educativo y la calidad de vida de los ecuatorianos, especialmente en las zonas rurales.